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¡Evita que tu gato sufra problemas urinarios!

El cuidado de los felinos

Errores de alimentación, entre otros factores, causan dolencias de la vejiga y la uretra (FLUTD) que producen mucho dolor a los felinos y pueden llegar a ser mortales

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FaST_9 / Getty Images

Te fascina tu gato. Sus ojos, su pelo, sus movimientos… tienes una comunicación especial con él, te alegra la vida a diario. Sin embargo, en los últimos días te tiene muy preocupada: se mueve poco, parece que le cuesta orinar e incluso maúlla al hacerlo, se lame los genitales a menudo, ha orinado fuera del arenero… y lo que te ha hecho ir corriendo al veterinario: has visto un poco de sangre en su orina. Has hecho muy bien porque seguramente se trate un problema del tracto urinario inferior que, además de producir mucho dolor e irlo debilitando, puede afectar al riñón y, en última instancia, causarle la muerte.

Tu veterinario te lo ha confirmado: tu gato sufre FLUTD, es decir, enfermedad del tracto urinario inferior (vejiga y uretra) felina, que en realidad son un conjunto de dolencias que afectan a las vías urinarias inferiores como la cistitis, los cálculos u obstrucción total o parcial de la uretra. Es lo que les ocurrió a Polillo y a Boni, dos preciosos gatos rescatados por la asociación Gestión Felina Madrid. Polillo, en concreto, sufría una obstrucción grave de la uretra y tuvieron que sondarle varias veces. En ambos casos se detectaron los cálculos tras la operación de esterilización, y si no se hubieran tratado, hubieran muerto en cuestión de poco tiempo. Los dos son gatos “de la calle” que comían lo que podían. Sin embargo, la FLUTD afecta igualmente a los gatos que viven cómodamente dentro de una casa como es el caso de Tristán (adoptado en la protectora La Madrileña). “El veterinario me dijo que tenía cortes en los riñones provocados por cristalitos formados por una inadecuada alimentación. Por eso sangraba al orinar. Le dieron antibióticos y un pienso especial. También me recomendaron que bebiera mucha agua”, explica su adoptante, la periodista Inma Elizalde.

Polillo, gato rescatado que sufrió obstrucción urinaria grave. Gestión Felina Madrid

La alimentación es clave

Iván Rentería, veterinario del centro veterinaria CesVet, asegura que el 70% aproximadamente de las consultas que recibe se deben a problemas renales y del tracto urinario inferior, especialmente de cristales de estruvita. En cuanto a sus causas, confirma que la formación de cristales en la uretra es una enfermedad multifactorial en la que destaca la mala alimentación y el estrés. Por una parte, el pienso de mala calidad altera el pH urinario y, por otra, el estrés puede deteriorar la mucosa de la vejiga, lo que deriva en desprendimientos de células muertas. Ambos factores conllevan a la formación de piedras en la uretra.

Boni, gato rescatado que tenía cristales en la uretra. Gestión Felina Madrid

En resumen, las causas y factores de riesgo pueden ser:

Alimentación inadecuada.

Cálculos en la vejiga: los más comunes son los de estruvita y los de oxalato de calcio que también pueden obstruir la uretra en los gatos machos.

Anomalía anatómica en el tracto urinario inferior de nacimiento o por un traumatismo.

Infección bacteriana. Suele darse más en gatos diabéticos o con problemas renales.

Cistitis idiopática: inflamación dolorosa de la vejiga que provoca la filtración de proteínas y sangre en la orina, lo que puede bloquear la uretra en los machos. Puedes ser mortal y empeora en muchas ocasiones por el estrés de grandes cambios como mudanzas, llegada de un nuevo miembro de la familia, muertes, etcétera.

Avanzada edad

Sobrepeso

Estrés

¿Qué son los cálculos urinarios?

Cristales de estruvita y oxalato del gato Boni tras ser capturado para esterilizarle (método CES). CesVet

Los cálculos son piedras diminutas que se forman en la uretra y son, principalmente, de dos tipos: de estruvita o de oxalato cálcico. Aunque tu veterinario los sabrá distinguir, sus principales características son:

Estruvita (fosfato amónico magnésico):

• Son los más habituales.

• Se forman cuando la orina tiene un pH alcalino (superior a 7.5).

• Suelen ir asociados a la FLUTD.

• A veces aparecen por mala conservación de la muestra.

• En alguna ocasión se deben a problemas fisiológicos.

Oxalato cálcico:

• Se forman cuando la orina tiene un pH ácido (entre 5 y 6.5 aproximadamente).

• Los factores de riesgo que los generan pueden ser insuficiencia renal, tumores… o una alimentación inadecuada (elevada ingesta de proteínas, vitamina C, hierba, verdura, chocolate, frutos secos, etcétera).

• Pueden requerir intervenciones quirúrgicas.

Diagnóstico y tratamiento

En cualquier caso, lo primero es realizar un diagnóstico acertado, para lo cual se realizan pruebas de orina con tiras reactivas para analizar si hay bacterias o síntomas de infección. “Si hay infección, la medicación indicada para que el animal salga de lo que denominamos cuadro agudo es: antibióticos, un analgésico para el dolor de las piedras al pasar por la uretra, un protector para la mucosa de la vejiga y pienso especial urinario que lleva sustancias antiestrés”, explica Iván Rentería de CesVet.

La alimentación húmeda de calidad y la dieta cruda (BARF) también serían indicadas, según este veterinario, ya que favorecen que el gato ingiera agua, lo cual es muy bueno para la limpieza el tracto urinario. “La dieta BARF es lo que comería el gato si viviera en la Naturaleza y estuviera acostumbrado a cazar. Es un tipo de comida que tarda un tiempo en digerirse y lleva agua, lo cual favorece la formación de orina y la limpieza del tracto urinario. El inconveniente es que es más complicada de elaborar”, añade Iván Rentería.

Por su parte, la veterinaria integrativa Virginia Castedo apunta las siguientes pautas generales para tratar los cálculos urinarios:

• Promover la diuresis.

• Reducir la inflamación de la mucosa.

• Reducir los espasmos musculares.

• Restaurar la mucosa.

• Evitar el uso de altas dosis de vitamina C en los cálculos de oxalato cálcico.

Lo más importante es el tratamiento dietético. La orina de los gatos tiende a ser más concentrada que la de otros mamíferos y si su dieta se basa en piensos, aumenta aún más esta característica y los hace más susceptibles a la formación de cristales y cálculos urinarios”, explica Virginia Castedo.

Arenero que usan los gatos para hacer sus necesidades. jumnong / Getty Images/iStockphoto

Menos pienso y más comida enlatada

Además, resalta la importancia de mantener una correcta hidratación del gato tanto como tratamiento como prevención. Para ello recomienda que:

1. Disminuya la ingesta de pienso.

2. Aumente la ingesta de latas o comida cruda (BARF).

3. Aumente la ingesta de agua.

4. Se valore la aplicación de suero subcutáneo.

“Ningún gato debería basar su alimentación en el pienso, pero en el caso de los gatos con FLUTD, es muy importante que se alimente exclusivamente con comida enlatada o cruda, que contienen alrededor de un 70% de humedad. El aumento en la ingesta de agua diluye la orina y disminuye la probabilidad de cristales”, explica esta veterinaria integrativa.

Pero todos los que convivimos con un gato sabemos que la teoría puede ser fácil, pero la práctica no tanto. Por eso, si nuestro felino no se anima a beber más agua, Virginia Castedo propone varias estrategias: “Analiza en qué tipo de bebedero le gusta beber, algunos los quieren grandes, otros pequeños, otros transparentes… a muchos les gusta el agua en movimiento, por ejemplo, de fuentes. Si aun así no quiere el agua, añádele algún tipo de salsa, por ejemplo, de jugo de pescado. Luego, puedes ir disminuyendo cada vez más la cantidad hasta que se acostumbre al agua. También puedes optar por añadir un poco de agua a su comida húmeda”.

Con respecto al uso de antibióticos, en opinión de esta veterinaria integrativa, la mayoría de las alteraciones de las vías bajas en gatos no están asociadas a la presencia de bacterias, por lo que no considera necesaria la toma de antibióticos. En su lugar, Virginia Castedo emplea fitoterapia, plantas medicinales con propiedades antilíticas, diuréticas, protectoras de la mucosa e antiinflamatorias que ayudan en los casos en los que ya hay cristales o cálculos. Entre ellas menciona abrojo, arándano rojo americano, euforbio, eupatorio, hortensia salvaje o fenogreco (para los de oxalato cálcico). Siempre, por supuesto, en las cantidades adecuadas y valorando cada caso.

Tristán, gato adoptado que sufrió problemas renales y de vejiga. Inma Elizalde