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Cómo interpretar los silencios de tu hijo adolescente

Educación

Es importante aprender a reconocer las señales de su estado de ánimo

Se puede aprender a reconocer las señales sobre si miente o está triste

Georgijevic / Getty Images

El tiempo pasa volando y de un día para otro pasas de llevar a tu hijo a la guardería, jugar con él y ser el centro de su mundo, a vivir con un desconocido que no te dirige la palabra, solo interactúa con su móvil y ni siquiera te escucha cuando le hablas. La temida adolescencia ha llegado y, aunque sabías que era algo que tarde o temprano pasaría, ahora no sabes cómo está tu hijo, qué le pasa o qué necesita. Para ayudar a los padres y educadores a gestionar esta etapa, la periodista y especialista en inteligencia emocional, Susana Fuster, ha escrito el libro “Hijos que callan, gestos que hablan: lo que los adolescentes dicen sin palabras” en el que se describen situaciones del día a día en la convivencia con un adolescente y señala la importancia de conocer la comunicación no verbal para saber qué pasa por sus cabezas.

En este manual se describen situaciones comunes a muchos adolescentes y las señales que los padres deben tener en cuenta para saber si su hijo está teniendo algún problema. Aquí recogemos algunos ejemplos:

1. ¿Cómo reconocer que tu hijo miente?

Todos mentimos. Es normal sospechar que el adolescente no nos está contando la verdad. También hay que analizar el contexto de la mentira ¿Lo hace porque teme decepcionar a sus padres? ¿Por miedo a perder las cotas de independencia ya alcanzadas? Sobre todo, hay cuatro motivos por los que suelen mentir: evitar el castigo, proteger a un amigo, obtener un beneficio o proteger su intimidad. Para identificar estas mentiras, los padres deben saber descodificar el lenguaje corporal de sus hijos. Las señales más identificables se encuentran en la voz, pero también hay que tener en cuenta sus gestos, sus posturas y su mirada. Por ello, para detectar mentiras deben fijarse en si mantienen la mirada fija, si las microexpresiones faciales delatan un estado de ánimo distinto, si hay poca gesticulación y aumenta el parpadeo a la hora de contar el engaño y si se agudiza su voz. La asimetría del rostro y la brusquedad de las emociones de sus expresiones son también síntomas que pueden hacer sospechar que miente.

2. ¿Por qué este desorden?

De repente, su habitación es un caos y se ha quedado pequeña. Encuentras objetos suyos por toda la casa y utiliza cosas que no son suyas. Estos comportamientos representan la necesidad de expansión del adolescente, que busca ampliar ‘su territorio’ en el espacio familiar, usando espacios comunes de la casa que antes no utilizaba, como, por ejemplo, estudiar en el salón en vez de en su habitación. “Para algunos expertos, y al margen de estos ejemplos, el comportamiento territorial de los adolescentes tiene que ver más con la necesidad de reivindicar su identidad y reforzar su seguridad que con las normas del orden que queremos imponer los progenitores”, señala la autora. Además, es importante que los padres respeten el desorden del cuarto y que traten de negociar, antes que imponer los cambios, ya que suelen ser interpretados por los adolescentes como una falta de respeto a sus deseos y su independencia.

3. ¿Puedo evitar que mi hijo sufra Bullying?

Hay aspectos de la comunicación no verbal que pueden ser percibidos como vulnerabilidad por los agresores. Los acosadores se fijan en la longitud de los pasos de su posible víctima al andar, el cambio de peso al caminar, el balanceo de sus brazos, el rebote de sus rodillas, la posición de sus hombros y espalda, sus expresiones faciales y la sincronización de los movimientos de su cuerpo. En este sentido, es importante que animes a tu hijo a que expanda su cuerpo y se acostumbre a tener posturas abiertas y que reflejen firmeza.

4. ¿Cómo lograr que me haga caso?

En esta etapa de su vida ya no sirve que le digas lo que tiene que hacer, debes negociar para llegar a un punto intermedio que satisfaga tus necesidades y en el que tu hijo no sienta que le estás imponiendo lo que tiene que hacer. Tu hijo ya no depende en exclusiva de ti y está buscando su forma de relacionarse con el resto del mundo. Por ello, es importante entrenar técnicas de negociación para hablar con él: es importante mantener el contacto ocular sin que se sienta intimidado, evita señalarle con el dedo y los aspavientos exagerados. Mantén la calma y la voz a nivel medio. Además, debes mostrar que le escuchas manteniendo una postura inclinada hacía él, controlando las emociones y realizando asentimientos con la cabeza.

5. Siento que está triste ¿Cómo puedo averiguarlo?

La tristeza es una de las emociones que desata más preocupación entre los padres. Es importante saber identificar si el adolescente está pasando por una fase puntual o padece ese sufrimiento durante un periodo más largo, lo que puede llegar a desencadenar una depresión. Por este motivo, saber identificar la tristeza en el rostro de tu hijo es fundamental: “Sus cejas se arquean hacia arriba, descienden las comisuras labiales, la postura corporal es recogida o curvada y se aprecia una falta de tonalidad muscular”, explica la autora.

La buena noticia es que no es para toda la vida y la adolescencia pasará, pero si tienes en cuenta los consejos sobre comunicación no verbal es posible que te ahorres muchas discusiones y ganes en salud mental.