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Así es un contrato de gestación subrogada

Lo que hay detrás de los vientres de alquiler

La madre contratada debe seguir una dieta, controlar sus relaciones sexuales y abortar si lo piden los padres biológicos

Una ecografía de un embrión en el útero materno y dinero; maternidad y remuneración quedan ligados en los contratos de gestación subrogada

Xavier Cervera

La maternidad subrogada, como unos lo denominan, o los vientres de alquiler, como dicen otros (también alguna empresa del sector), sigue suscitando una fuerte polémica por lo que se esconde tras el deseo de una pareja de tener un hijo que la naturaleza les niega. Sus defensores, entre ellos la Asociación por la Gestación Subrogada en España, hablan del derecho a ser padres, del altruismo de la gestante y de libertad; mientras que sus detractores (entre ellos, la red estatal contra los vientres de alquiler) hablan de machismo radical, al usar a la mujer gestante como una incubadora, de la compra de un hijo aprovechándose de la precariedad de la madre, la depravación del capitalismo y la degradación de los valores y de cualquier ética.

La Vanguardia ha accedido al contrato que una empresa que trabaja con Ucrania, país en el que la gestación subrogada es legal, ofrece tanto a lo que ellos denominan “madre subrogada” como a los “padres biológicos”. Por su interés, exponemos aquí los términos de un contrato entregado a una pareja de españoles en la feria que el sector celebró en Madrid, pese a que esta práctica no está permitida en España.

La mujer gestante debe trasladarse a Kíev en su séptimo mes de embarazo sin ningún familiar

El contrato de once páginas está en castellano y ucraniano y en el se detalla los derechos y obligaciones de cada una de las partes, especialmente de la madre gestante. Y en él se deja claro que el objeto del contrato es que los padres biológicos “encargan” un bebé y la madre de alquiler “se compromete a llevar a término el embarazo y dar a luz el bebé con ayuda de las técnicas de reproducción asistida”. Dicho esto, comienza la larga enumeración de obligaciones que tiene la mujer contratada.

Las obligaciones de la gestante

– Debe facilitar toda la información de su estado de salud, en especial, de las enfermedades hereditarias, venéreas, mentales y todas las padecida “ahora y con anterioridad”, incluso las enfermedades de sus familiares.

– Debe presentar un certificado de antecedentes penales.

– Pasar el reconocimiento médico en el centro elegido por los padres y seguir todos los tratamientos médicos, incluida la reproducción asistida, en el centro escogido.

– La mujer gestante está obligada a cumplir todas las instrucciones y prescripciones médicas, “incluso en los relativo al régimen del día, la dieta, las relaciones sexuales, la actividad física y la higiene, entre otras, así como tomar los medicamentos indicados y seguir todos los tratamientos necesarios para la “realización exitosa del programa de maternidad subrogada”.

– Una vez embarazada, no puede consumir alcohol, narcóticos ni medicinas (sólo las prescritas), ni fumar. Si los padres biológicos lo solicitan, tendrá que pasar una ­prueba de alcohol y de drogas.

– Durante el periodo del embarazo, debe cumplir todas las prescripciones médicas relativas a su vida sexual, a su dieta ... y “no salir del lugar de residencia permanente acordado con los padres biológicos”.

– Debe interrumpir el embarazo, incluso hacer el aborto selectivo en caso de que así lo aconseje el médico elegido por los padres biológicos.

– Si la madre contratada está casada, “asegurar” que el marido vaya a un notario y dé su “consentimiento” y “ausencia de objeciones” a la participación de la mujer.

No reclamar los derechos al bebé “nacido por ella” ni “no obstaculizar” la entrega a los padres legítimos.

– “Por deseo de los padres biológicos”, la madre deberá trasladarse a Kíev (capital de Ucrania) desde el séptimo mes de embarazo “sola, sin familiares y otras personas que la acompañen”.

Los padres biológicos

¿Y los padres biológicos? Pues según el contrato sólo tienen una obligación clara: pagar a la madre subrogada la “compensación” estipulada, los gastos médicos, los viajes, la estancia en Kíev, un dinero mensual para llevar una dieta adecuada.

Y de inmediato comienzan a enumerarse sus derechos:

– A “demandar y controlar a la madre del cumplimiento de las prescripciones médicas”.

Solicitar a la mujer contratada el “aborto terapéutico” en caso de una patología del feto que puede causar problemas graves para la vida y salud del niño si tres profesionales competentes lo confirman”.

El precio

En cuanto a las cuantías económicas, el contrato es minucioso en este apartado, estipulando cifras por cada uno de las gastos generados.

Esta misma empresa entregó a la pareja (en Ucrania sólo se admiten parejas heterosexuales, casadas y que demuestren que existe un problema físico que les impide tener un hijo) –que pidió información en Madrid–, un presupuesto que alcanza los 45.000 euros, ampliables en otros 10.000 euros dependiendo si se solicita, por ejemplo, un diagnóstico de preimplantación genética (3.400 euros) o se vitrifican embriones y se almacenan durante un año (650 euros).

En el “paquete de madre de alquiler” (45.000 euros) se establece un primer pago de unos 13.000 euros antes de que la mujer quede embarazada, otros 11.000 cuando se confirma el embarazo, 7.500 en el séptimo mes. Cuando la mujer tiene al bebé se paga 15.000 euros en concepto de “indemnización límite para la madre de alquiler”.

Contrato

Según el contrato, los padres biológicos solo tienen una obligación clara: pagar a la madre subrogada lo acordado