Por qué es más probable que sigamos los propósitos que hemos publicado en nuestras redes
Año Nuevo, vida nueva
Es una forma de comprometerse con uno mismo y con los demás
Llega el nuevo año y, con él, los propósitos. Estos suelen implicar cambios en nuestro estilo de vida, rutina o actitudes que no suelen ser fáciles de llevar a cabo, sobre todo a la larga. Es habitual que los compartamos con nuestros seres queridos y ya hay quienes lo hacen a través de las redes sociales. Lo que muchos no sabíamos es que esto puede hacer que las probabilidades de que cumplamos los propósitos aumenten.
Las redes sociales tienen muchas ventajas, porque ayudan a mejorar las habilidades sociales y la comunicación con nuestro círculo social, pero también inconvenientes: sobreexposición, manipulación de la realidad, adicción… Generalmente, los perfiles de las redes sociales nos muestran solo una parte de la realidad. El perfil de cada persona constituye un reflejo de una parte de su personalidad: la que desea mostrar.
Elegimos qué aspectos de nosotros mismos deseamos compartir, así que gran parte de lo que compartimos está muy pensado y medido, como explica la psicóloga María del Pilar Ramos Albiar, de la Clínica Adna. Lo normal es que mostremos principalmente aspectos positivos y desechemos los negativos, “buscando plasmar seguridad y confianza, para mostrar la mejor versión de nosotros mismos”.
Según la Teoría de la Autopercepción, mejoramos nuestras actitudes observándonos y llegando a conclusiones sobre aquellos comportamientos de los que somos responsables. Así, interpretamos nuestro propio comportamiento de forma racional, al igual que hacemos con el de los demás.
Esto es aplicable a las redes sociales: nuestro propio perfil puede mejorar la percepción que tenemos de nosotros mismos y contribuir a nuestro bienestar. Publicar algo en las redes puede hacer que nos comprometamos con ello para preservar ese buen concepto que queremos formarnos de nosotros mismos.
Si entendemos nuestras publicaciones como una suerte de diario público, cuando publicamos un propósito no solo nos estamos comprometiendo con nosotros, sino con los demás, debido a la deseabilidad social: “Sentirse parte de algo y tener un objetivo común hará que la persona tenga más iniciativa, aunque solo sea por el mero hecho de publicarlo en sus redes sociales”, añade Ramos Albiar.
Además, si a través de las redes sociales vemos reflejados cambios en otras personas, podemos ver aumentada la seguridad en nosotros mismos, al ver que sí es posible, y ganar fuerza de voluntad.
Por otro lado, no servirá de nada compartir nuestros propósitos en las redes sociales, por muy buena que sea nuestra intención, si nos fijamos objetivos demasiado generales o poco realistas. Conviene ser específicos y organizados, fijándonos plazos realistas y tratando de no pecar de ambiciosos.