El exceso de decoración puede provocarnos estrés
Para evitarlo se impone un estilo minimalista de inspiración oriental
Las casas barrocas y sobrecargadas viven horas bajas. Sube con fuerza la tendencia a decorar con pocas cosas y bien escogidas. Se trata de algo más que de una moda. Las actuales gurús del espacio apuestan por el minimalismo como forma de decoración pero sobre todo como estilo de vida. La palabra clave es orden. Orden en tu casa para que vivas una existencia apacible y tranquila que te permita vivir sin agobios, que te proporcione serenidad e, incluso, belleza.
“Cuando reducimos lo que poseemos y, en esencia, ‘desintoxicamos’ nuestra casa, eso también surte un efecto desintoxicante en nuestro cuerpo” afirma Marie Kondo, autora de “La magia del orden” (Aguilar). Kondo, que ha vendido más de cinco millones de ejemplares de su libro, asesora a particulares y empresas para poner en orden sus espacios. Dice que aquellos clientes que tiraron bolsas y bolsas de basura acabaron con una figura más esbelta y con una piel radiante y tersa. La japonesa defiende casas pulcramente ordenadas donde sólo tienen cabida aquellos objetos que nos proporcionan felicidad.
“La mejor manera de elegir qué guardar y qué desechar es sostener cada objeto en la mano y preguntarte: ‘¿Esto me hace feliz’”, afirma. La autora japonesa cree que debemos hablar a los objetos, darles las gracias por sus servicios y despedirnos cuando decidamos prescindir de ellos. Otra nipona inspiró a Kondo en la divulgación de las virtudes de un espacio ocupado sólo por lo imprescindible. Se trata de la escritora y educadora Nagisa Tatsumi que en su libro “El arte de tirar” (Duomo) nos presenta maneras “agradables” de prescindir de objetos: tirar sin mirar, hacerlo periódicamente, en distintos sitios, conforme a ciertos criterios, buscando diferentes destinos…
La mejor manera de elegir qué guardar y qué desechar es sostener cada objeto en la mano y preguntarte: '¿Esto me hace feliz?”
Para Tatsumi no tiene sentido convertir tu casa en un santuario y acumular cosas y más cosas bajo algún pretexto como “de momento lo guardo”, “algún día” o es “práctico”. Para las dos autoras japonesas tirar es una acción necesaria que requiere determinación y firmeza a la hora de tomar decisiones. Y aseguran que la experiencia les dice que no se echan en falta las cosas descartadas.
Para la psicóloga Mercedes Zaragoza, “los espacios bien estructurados nos transmiten una gran sensación de bienestar que afecta tanto a nuestra forma de actuar y de relación con los demás como a nuestro propio orden interno, tan necesario en nuestra vida cotidiana”. Zaragoza señala que, por el contrario, un espacio caótico “tanto en los espacios comunes como individuales de la casa, nos desencadena un sentimiento de desasosiego que actúa como factor estresante”.
La también psicóloga Claudia Sierra afirma que “un exceso de decoración, es decir, de estímulos, puede estar relacionado con generar respuestas de estrés, producidas por el procesamiento de estímulos (en este caso, un exceso) de forma continua”.
Los espacios bien estructurados nos transmiten una gran sensación de bienestar que afecta tanto a nuestra forma de actuar y de relación con los demás como a nuestro propio orden interno”
Cada cosa en su sitio
Miss Minimalist o lo que es lo mismo Francine Jay triunfa en la misma línea que las autoras niponas con su libro “Menos es más” (Zenith). “Ser minimalista no es sólo paredes blancas y espacios vacíos. Se trata de eliminar las distracciones que nos impiden apreciar plenamente la vida”, señala. Jay apuesta por un estilo de vida minimalista al que corresponde una vivienda de las mismas características. Atrás quedan los consumidores. Es el tiempo de los “minsumidores”, personas que viven con lo imprescindible, que defienden una vida más ligera y que con su filosofía de vida quieren ayudar a salvar el planeta. La regla de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar) preside sus actuaciones.
Convencida de que no somos lo que tenemos, defiende vivir una vida sencilla con menos cosas, con menos estrés y con más libertad. Las consignas de oro para tener una casa plácida son: un lugar para cada cosa y “entra uno, sale uno”. “Las superficies despejadas no solo resultan agradables a la vista, sino que, además son beneficiosas para la mente”, apunta Jay. Su método STREAMLINE, como el KonMari, de la autora de “La magia del orden”, abogan por dominar el espacio e inundarlo de serenidad.
Las telas frescas de hilo y algodón proporcionan confort y buen descanso
Con todo en su sitio es fácil darle un toque personal. Se trata de escoger los elementos que queremos que distingan nuestro hogar. “Inspírate en las casas tradicionales japonesas, en las que solo se exhiben uno o dos objetos elegidos con esmero”, apunta Francine Jay confirmando así el auge del orientalismo en nuestra vida cotidiana. Sierra señala que “actualmente se relaciona con ´el vivir más tranquilos´ y con la disminución de estrés los espacios y las decoraciones minimalistas, con colores cálidos y suaves, luz natural y un mantenimiento del orden y limpieza”.
Los detalles ayudan a crear un ambiente relajante en las viviendas. Las plantas, las flores frescas o las velas blancas contribuyen a un clima libre de estrés. Se recomienda ventilar cada día las estancias de casa y estar atentos a la temperatura –lo ideal es entre 18 y 20 grados- y mantener un grado de humedad en torno al 50%. Las telas frescas de hilo y algodón proporcionan confort y buen descanso. Los cojines y mantas son complementos que invitan al descanso como los aromas.