¿Cuál es el número ideal de amigos?

No existe una cifra mágica y a lo largo de la vida el número puede fluctuar de manera considerable. El término ‘amigo’ es tan amplio que pude designar a personas con las que tenemos relaciones de índole muy diversa.

Con las redes sociales el significado de esta palabra ha tomado mayor amplitud, de manera que muchos tienen una falsa sensación de arropamiento debido a la enorme cifra de ‘amigos’ que indica su perfil de Facebook. Esta realidad y otras generadas por el propio contacto nos pueden confundir a la hora de saber quiénes son lo que se conoce como ‘amigos íntimos o verdaderos’.

Es algo tan subjetivo que la psicóloga de Nexo Psicología Aplicada y creadora de @PsicologiaRiot, Sara Villoria, explica que aunque haya un acuerdo social en la definición de dichos términos, puede variar en función de cada persona y de la ‘historia de su vida’.

Infinidad de estudios han tratado de averiguar cuál es la cifra aproximada de amistades que por lo general se suelen tener –al igual que sucede con las parejas sentimentales y sexuales–, así como siempre se ha hecho hincapié en que según cumplimos años nuestro círculo se estrecha.

De esta manera, una investigación de la Universidad de Oxford concluyó que la gente tiene de media 4,1 relaciones muy cercanas. El psicólogo evolutivo, Robin Dunbar y su equipo revisaron el historial de llamadas de 27.000 europeos en 2007 para cuantificarlo. Una conclusión un tanto cuestionable, dado que cada vez menos personas utilizan la llamada y no sabemos hasta qué punto el WhatsApp sería una fuente fiable.

Lo que sí parece de cajón es que la cantidad de relaciones está determinado por el número de horas y esfuerzo que podamos invertir en ellas, tal y como establece Dunbar. De ahí que cuando a veces un amigo se eche una pareja ‘no le vuelvas a ver la peluca’.

El número no lo es todo

Según Kelly Campbell, psicóloga experta en relaciones interpersonales y profesora de la Universidad de California, nuestro número de amigos íntimos depende de factores como la personalidad –mantiene que aquellos más extrovertidos tienden a tener más–, el género –las mujeres también suelen conservar más– y la edad.

Nuestro bagaje y contexto también son relevantes: “Si nos han hecho daño puede que nos mostremos más precavidos, nos cueste más tolerar ciertos aspectos de los demás y nos predisponga a ser menos espontáneos que cuando éramos niños”, afirma la psicóloga de @PsicologiaRiot.

En cuanto al momento de la vida en el que nos encontremos, una investigación de 2015 concluyó que durante la veintena tenemos mayor cantidad, sin embargo, al alcanzar la treintena es cuándo se priorizaba la calidad.

Por el contrario, Villoria considera poco saludable establecer este tipo de rangos, aunque también apuesta por la calidad y sí ve utilidad en reflexionar sobre cuál es el tipo de relaciones que nos rodean: “debemos plantearnos si se ajustan a lo que nosotros ofrecemos, es decir, si son bidireccionales, recíprocas y sobre todo si nos reportan bienestar”.

También opina que el uso tan frecuente y exclusivo de las redes sociales, así como su lenguaje, puede llegar a generar una idea ilusoria acerca de nuestras amistades en realidad. “Las interacciones suelen ser breves y más superficiales, pero muy potentes debido a su inmediatez y facilidad. Nos permite conectarnos con personas de diferentes círculos. Esto no tiene nada de malo, siempre y cuando podamos contextualizarlas bien”, sentencia.

Por ello, aboga por fomentar las relaciones en persona, dado que “la información que podemos obtener en estas circunstancias es mucho más rica y veraz y nos ayuda a valorar mejor, puesto que la amistad puede ser una de las fuentes de refuerzo más relevantes en nuestra vida a la hora de contar con ellas para sentirnos seguros y bien”.