Estas alitas de pollo se han convertido en un emblema nacional de Estados Unidos, casi tanto como las hamburguesas. Gustan mucho porque son sabrosas, fáciles y rápidas de preparar, y valen como aperitivo o comida. En el país del tío Sam las comen con las manos, puesto que lamerse la pringosa salsa de los dedos es parte del ritual de comer Buffalo wings. Esta semana Miquel Antoja te explica cómo hacerlas en casa con una versión muy especial que utiliza ingredientes del Maresme a Asia. ¿Te atreves a ensuciarte las manos?
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