¿Qué es la tuberculosis? | Síntomas, causas y cómo tratar la enfermedad
ENFERMEDADES
Infección bacteriana que afecta al sistema respiratorio
Enfermedades: Hipermetropía | Lipoma | Escorbuto | Zigomicosis
La tuberculosis es una infección causada por ‘Mycobacterium tuberculosis’ o bacilo de Koch, una bacteria que compromete el sistema respiratorio al afectar a los pulmones. Está en todo el mundo y un alto porcentaje de los nuevos casos se localizan, según datos de la organización mundial de la salud (OMS) en India, China, Indonesia, Filipinas, el Pakistán, Nigeria, Bangladesh y Sudáfrica. Afecta, principalmente, a los adultos en los años más productivos de su vida. El tabaquismo aumenta considerablemente el riesgo de enfermar de tuberculosis.
La tuberculosis se transmite de persona a persona a través del aire al expulsar bacilos al toser, estornudar o escupir. Se puede tener tuberculosis latente; es decir, que han inhalado el bacilo pero aún no han enfermado y no pueden trasmitir la enfermedad. La tuberculosis se puede curar y prevenir.
Causas de la tuberculosis
Bacteria ‘Mycobacterium tuberculosis’
La bacteria ‘Mycobacterium tuberculosis’ es alcohol-ácido resistente y resistente al frío, a la congelación y a la desecación; en cambio, es muy sensible a las de calor, luz solar y luz ultravioleta. El crecimiento de la ‘Mycobacterium tuberculosis’ está subordinado a la presencia de oxígeno y el valor del pH circundante. Su multiplicación es muy lenta: se divide entre cada 16 o 20 horas y puede entrar en estado latente retrasando su multiplicación días o años. Su reservorio natural es el ser humano tanto el sano portador como el propio enfermo.
La tuberculosis se transmite de persona a persona a través del aire al expulsar bacilos al toser, estornudar o escupir. Sin embargo, el modo más fácil de contraerla es a través de alguien cercano: una persona con la que se convive o un compañero de trabajo, por ejemplo. La tuberculosis puede afectar a cualquier órgano pero la infección más habitual afecta los pulmones donde causa daño tisular (tubérculos) y desde donde se propaga, por vía sanguínea o linfática, a otros órganos.
Tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad las personas con el sistema inmunitario debilitado, quienes padecen diabetes, pacientes de enfermedad renal grave, quienes padecen ciertos tipos de cáncer o siguen tratamientos con radioterapia o quimioterapia, quienes siguen un tratamiento con inmunosupresores, quienes son fumadores o presentan malnutrición. También sensibilizan algunos medicamentos para el tratamiento de la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn y la psoriasis.
Es población susceptible de contraer la enfermedad: el personal sanitario o de un centro asistencial, vivir en un país donde la tuberculosis es una enfermedad común o vivir con alguien infectado.
Síntomas de la tuberculosis
Aparecen cuando la enfermedad está extendida
Los síntomas que delatan la presencia de tuberculosis aparecen cuando la enfermedad ya está avanzada y son:
- Fiebre.
- Sudoración.
- Pérdida involuntaria de peso.
- Expectoración purulenta.
- Tos. Puede ser con sangre.
Entre las complicaciones de la tuberculosis se incluyen:
- Dolor en la columna vertebral.
- Daños en las articulaciones.
- Meningitis.
- Problemas renales o hepáticos.
- Inflamación y edema en los tejidos que rodean al corazón que puede ocasionar un taponamiento cardiaco fatal.
Diagnóstico de la tuberculosis
Muestras de esputo o prueba rápida
El examen físico, descripción de síntomas, auscultación con un estetoscopio, análisis de sangre y pruebas de imagen pueden ser la pauta que siga el médico. Sin embargo, ante la sospecha de un caso de tuberculosis la baciloscopia de esputo, que examina las muestras de esputo bajo el microscopio, es una prueba eficaz desde hace mucho tiempo pero no permite determinar si hay farmacorresistencia.
Hay pruebas rápidas que detectan, de forma simultánea, la tuberculosis y la resistencia a la rifampicina, que es la pauta de tratamiento más importante contra la enfermedad. Estas pruebas rápidas permiten, además, detectar la tuberculosis pediátrica.
Tratamiento y medicación de la tuberculosis
Pauta de fármacos durante 6 a 9 meses
Ante la tuberculosis activa la pauta farmacológica que se tendrá que seguir, y cumplir, durante 6 a 9 meses. El especialista podrá evaluar la evolución del caso en función del estado de salud del paciente, la zona afectada, etcétera. Los medicamentos que se usan con más frecuencia para tratar la tuberculosis son: isoniacida, rifampicina, etambutol y pirazinamida.
Si el caso es de tuberculosis latente, quizás solo sea preciso tomar solo uno o dos fármacos contra la enfermedad. Ante la tuberculosis farmacorresistente se utilizan fluoroquinolonas, una combinación de antibióticos, y medicamentos inyectables, como amikacina o capreomicina durante entre 20 y 30 meses.
Prevención de la tuberculosis
Tratar la tuberculosis latente y proteger a familiares y personas cercanas si se padece el tipo activo
El único tipo de tuberculosis contagioso es el activo, cuando afecta los pulmones por lo que si se trata se evitará el contagio a otros. Sin embargo, las precauciones, ante un caso de tuberculosis activa deben ser más exhaustivos especialmente durante varias semanas después del inicio del tratamiento hay que:
- Evitar salir de casa.
- Dormir en una habitación sin contacto con otras personas.
- Ventilar la habitación o estancia en la que esté el enfermo.
- Usar mascarilla para cubrir la boca y la nariz. Mascarillas, pañuelos o telas que se desechen, por haber estado en contacto con boca y nariz, deben ser desechadas en una bolsa hermética y eliminadas en la basura.