Cardioversión auricular para un corazón acelerado
Salud
La fibrilación auricular suele estar asociada e enfermedades del corazón como hipertensión o infarto
Un indicador importante de salud es la frecuencia cardiaca, es decir, el número de contracciones o de pulsaciones del corazón por unidad de tiempo, normalmente por minuto. En condiciones normales, una persona tiene entre 60 y 100 pulsaciones por minuto, los deportistas pueden reducir estos latidos por debajo de los 60 por minuto. Si la frecuencia cardiaca sube más de 100 latidos por minuto, se denomina taquicardia y si está por debajo de los 60, bradicardia. Estos trastornos del ritmo cardiaco se denominan arritmias. Una arritmia, aunque no provoca daño, puede ser una señal de algún problema cardiaco o de salud que ha de tratarse de inmediato.
Para entender por qué se produce una arritmia, debemos saber cómo trabaja el corazón. La función principal de este músculo es bombear sangre a los pulmones y al resto del cuerpo. Para que esto suceda, el corazón tiene un sistema eléctrico que asegura que se contraiga ordenadamente. El impulso eléctrico que da la señal al corazón para contraerse empieza en una zona llamada nódulo sino-auricular o nódulo sinusal, es el marcapasos natural del corazón. La señal viaja a lo largo de una serie de rutas a través del corazón y trasmite mensajes nerviosos para que el corazón palpite más deprisa o más despacio. Si este sistema de conducción eléctrica sufre algún problema, como señales eléctricas que se bloquean o se retrasan, se produce una arritmia. Las arritmias o ritmos cardiacos anormales más comunes son: la fibrilación o aleteo auricular que es una contracción sin control de las fibras musculares del corazón, y la taquicardia, un aumento de la frecuencia cardiaca sin motivo aparente.
Desencadenantes de la enfermedad
La fibrilación auricular suele estar asociada e enfermedades del corazón como hipertensión o infarto, pero también está asociada a personas con obesidad, sedentarias, al consumo de alcohol y estimulantes, al estrés o si se tienen antecedentes familiares con problemas cardiacos. Es muy común, sobre todo en personas mayores de 60 años, hace que el ritmo cardiaco vaya más rápido, que sea irregular y poco constante incluso en reposo, “es como si el corazón temblara, puede causar la formación de coágulos dentro del corazón lo que puede impedir el vaciado total de la sangre en las aurículas. Estos coágulos podrían desplazarse a otras zonas del cuerpo provocando graves consecuencias como el ictus o la embolia arterial periférica” explica el doctor Jaume Riba Casellas, especialista en Cardiología del Hospital Quirónsalud Barcelona.
Para corregir estos latidos irregulares que producen las arritmias se recurre a la cardioversión eléctrica, “un procedimiento que administra de forma controlada una breve descarga eléctrica con el fin de parar las arritmias cardiacas rápidas, tanto regulares como irregulares, y así restablecer el ritmo normal del corazón”, añade el cardiólogo. El paciente debe estar sedado para evitar molestias cuando se produce la descarga eléctrica. Se le colocan dos palas mecánicas, conectadas a un desfibrilador, sobre el tórax, protegiendo la piel para que no se produzcan quemaduras o irritaciones, de tal forma que el corazón queda entre las dos palas y el choque eléctrico. Una vez todo preparado se aplica la descarga controlada, que dura menos de un segundo, y se comprueba que se ha recuperado el ritmo cardiaco. Terminado el procedimiento, y recuperado de la anestesia, el paciente puede irse a casa por su propio pie.
Un tratamiento temporal
Previo a la cardioversión, el paciente debe permanecer en ayunas durante ocho horas. En situaciones de urgencia “se recomienda realizar un ecocardiograma transesofágico para comprobar si existen coágulos en el corazón que podrían ocasionar complicaciones, en esos casos se aplaza la cardioversión tres o cuatro semanas” puntualiza el doctor Riba. Si el procedimiento no es urgente, el especialista puede recomendar un tratamiento con anticoagulantes. Hay que tener en cuenta que la cardioversión eléctrica no cura la arritmia, es un tratamiento temporal para restablecer el ritmo cardiaco normal, por eso, mantener unos hábitos de vida saludables, cuidar la salud del corazón y controlar la presión arterial es importante para prevenir el riesgo de sufrir una arritmia.
El diagnóstico de una fibrilación auricular se consigue a través de un electrocardiograma. El especialista, una vez confirmado el diagnóstico puede recomendar la cardioversión eléctrica, realizar una ablación cardiaca que consiste en aplicar frío o calor para provocar pequeñas cicatrices en el corazón, bloquear así las señales eléctricas irregulares y restablecer el latido normal, o bien prescribir medicación (cardioversión farmacológica o química) para restaurar el ritmo cardiaco. El tratamiento elegido dependerá de la gravedad de la arritmia y de las posibles enfermedades del corazón que pueda tener el paciente. Y por supuesto, se aconseja cambiar los hábitos de vida para mejorar la salud del corazón.