Quirófanos de ciencia-ficción
Salud
Neuro navegadores, microscopios de alta definición, fluorescencia o neuromonitorización son innovaciones que aumentan la eficacia y la precisión en las operaciones de neurocirugía
La neurocirugía es una disciplina médica extremadamente difícil y sobre la que los médicos deben estar súper preparados. No obstante, las manos de los neurocirujanos siempre han sido las mismas, pero la evolución en este campo está teniendo lugar gracias a la investigación, se van conociendo cada vez más cosas del funcionamiento de nuestro cuerpo, y también por los avances en la tecnología, que permiten que cada paciente ‘tenga una operación a su medida’, y éstas sean cada vez más eficaces, precisas y seguras.
En concreto, esta disciplina médica se dedica al tratamiento de las enfermedades del sistema nervioso central (SNC), y en ella se pueden diferenciar las intervenciones craneales y las vertebro-espinales. Abordamos todas las patologías relacionadas con el sistema nervioso central y sus coberturas, entiéndase cráneo y columna vertebral; y la tecnología nos proporciona las herramientas para realizar cualquier tipo de intervención de una forma precisa y segura, según afirma el especialista en Neurocirugía del Hospital El Pilar de Barcelona, el doctor José Poblete.
Este neurocirujano, que es uno de los fundadores de Neurocare-bcn, menciona que entre los principales avances tecnológicos que se han logrado hasta el momento, con los que él ya trabaja en el Instituto de Neurociencias del Hospital El Pilar con el objetivo de optimizar los resultados clínicos post operatorios, giran en torno a: microscopios de última generación, neuronavegación para tumores cerebrales y patología de columna; fluorescencia oncológica; monitorización electrofisiológica; resonancia magnética intraoperatoria; así como tomografía computarizada intraoperatoria.
Así, explica que ya en las intervenciones de neurocirugía es habitual el empleo de la navegación, o de los ‘neuronavegadores’ que guían al neurocirujano al realizar los diferentes procedimientos quirúrgicos, como si tuviéramos un GPS del coche. ”Es como un GPS que nos permite, mediante un complejo sistema informático, una localización espacial en tiempo real, teniendo como referencia las imágenes preoperatorias tridimensionales, según explica el doctor Poblete. Este especialista trabaja con el neuronavegador de última generación StealthStation, que cuenta con cámara de navegación óptica avanzada y un sistema electromagnético que guían las acciones del neurocirujano.
Además del neuronavegador, el Instituto de Neurociencias del Hospital El Pilar ha incorporado a sus instalaciones u n microscopio con la tecnología más avanzada y que “permitirá dar respuesta a la neurocirugía de máxima complejidad, a través de un abordaje más preciso y seguro”. En concreto, el doctor Poblete señala que este tipo de dispositivos médicos son esenciales a la hora de poder trabajar en las zonas extremadamente delicadas y sobre todo profundas. A su juicio, en este tipo de intervenciones es imprescindible contar con un sistema de iluminación perfecta y de maximización de las imágenes óptimas. “El microscopio Zeiss OPMI PENTERO 800 con el que operamos está equipado con un sistema de ópticas avanzadas, iluminación de xenón de dos canales que en conjunto ofrece una visión nítida al detalle, y de profundidad de máxima calidad, tanto en los oculares como en la pantalla”, describe el neurocirujano.
Según destaca a su vez el experto de Quirónsalud, estos equipos permiten a los especialistas realizar un abordaje mínimamente invasivo y preciso de las diversas patologías neurológicas como tumores cerebrales y raquídeos, así como cirugías vasculares y neurocirugía funcional, como la Epilepsia o el Párkinson.
Por su parte, el doctor Jorge Torales, neurocirujano del Hospital El Pilar y también cofundador de NeuroCare-Bcn, hace referencia a la fluorescencia para precisar los márgenes tumorales como una de las principales y últimas innovaciones en neurocirugía. Según explica, muchos tumores benignos son de difícil acceso, al mismo tiempo que subraya la importancia de resecar la mayor cantidad posible de tumor siempre en cualquier intervención. Hemos incorporado también el módulo de fluorescencia oncológica (Blue 400), que permite ampliar la resección de los márgenes tumorales al diferenciar por contraste el tejido sano del tejido tumoral. Esto nos permite ser más precisos y aumentar la posibilidad de resecar completamente el tumor, únicamente limitados por la funcionalidad del área afectada, según indica el doctor Torales.
Ya en última instancia, hace mención de la neuromonitorización fisiológica intraoperatoria, una técnica que facilita la estimulación eléctrica, así como la recepción de los impulsos eléctricos originados en la corteza cerebral, de forma que es más fácil localizar las zonas o vías funcionales, así como las áreas elocuentes del cerebro. “En algunas ocasiones es necesario realizar una cirugía con el paciente despierto, a fin de explorar funciones más complejas como el lenguaje. Esto unido a la fluorescencia oncológica, nos permite realizar una resección máxima segura, minimizando de esa forma las secuelas en los pacientes, advierte el neurocirujano Jorge Torales.
Tanto el doctor Torales, como Poblete, han recuperado el ritmo asistencial previo a la pandemia. De hecho, ambos especialistas destacan la importancia de que los pacientes no tengan miedo a la hora de someterse a una intervención quirúrgica de estas características, así como de ir al hospital a Urgencias o a una consulta porque, según resaltan, los centros sanitarios han diseñado circuitos limpios de coronavirus, y en el caso concreto del Hospital El Pilar, éste cuenta con la certificación ‘Applus+ Protocolo Seguro frente al COVID-19’, que corrobora que el hospital cumple con los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia.