El rostro humano detrás del inmigrante

SM/Cruïlla

La novela ‘La aventura de Saïd’ , de Josep Lorman, nos invita a reflexionar sobre el racismo y la discriminación

Portada de La aventura de Saïd

Portada de la novela 'La aventura de Saïd'. 

SM

El escritor Josep Lorman estaba de vacaciones en la playa de Carboneras, en Mojácar, cuando vio llegar a la costa una patera cargada de inmigrantes procedentes de África. No todos llegaron con vida, una imagen que le impactó.

Corría el año 1992 y este fenómeno de la inmigración era bastante nuevo. Tras observar también cómo algunos barrios de las ciudades se llenaban de inmigrantes, Lorman decidió informarse sobre el tema. Se dirigió a la organización SOS Racismo, que le pusieron en contacto con diferentes asociaciones de inmigrantes.

A partir de los relatos y experiencias de estas personas que habían arriesgado su vida para llegar a nuestro país, Lorman fue desarrollando la idea para su novela La aventura de Saïd, editada por SM.

La peripecia de un joven inmigrante

La novela tiene como protagonista a Saïd, un joven marroquí que, empujado por la miseria y la falta de expectativas, decide dejar su pueblo, la familia y los amigos para entregarse a la aventura de abrirse camino en Barcelona.

Al principio encuentra apoyo y gente dispuesta a ayudarlo, como la SOS Racismo, otros emigrantes con los que forma un grupo de música y, sobre todo, Ana, una periodista. Sin embargo, no pasa mucho tiempo hasta que comprueba que el odio y la violencia son habituales en la vida.

Pronto Saïd debe hacer frente a un grupo de cabezas rapadas, encararse con los problemas a la hora de conseguir la documentación que legalice su situación y experimentar el rechazo de los padres de Ana, de la que se enamora.

Con el apoyo de Ana, se atreve a declarar como testigo en el juicio por la muerte de un compañero suyo, asesinado por chicos de la ultraderecha. Su testimonio tiene un precio: debe volver a Marruecos, porque no tiene la documentación en regla.

Empatizar y no estigmatizar

La aventura de Saïd nos ayuda a comprender la peripecia que viven tantos y tantos jóvenes inmigrantes que vienen a España para trabajar y mejorar sus perspectivas. Según explica Lorman, con esta historia que recoge situaciones reales que le explicaron las personas con las que pudo hablar, ha querido mostrar “que detrás del estereotipo del inmigrante hay una persona con deseos y necesidades”. Con su novela, quiere conseguir que los jóvenes lectores “empaticen y no estigmaticen la inmigración”.

El libro, además, permite reflexionar sobre las distintas posturas que se adoptan ante la emigración, desde la solidaridad hasta el rechazo y la violencia xenófoba.

En el momento en que Lorman escribió la novela, no existían en nuestro país las estructuras de acogida para los inmigrantes y la población los recibía con mucho más recelo. La situación, valora el escritor, ha cambiado hoy en día, en la que la mayoría de gente ha aceptado este fenómeno, a pesar de los casos puntuales de racismo. “Hoy en todas las escuelas hay inmigrantes y hay una segunda y tercera generación que ya están plenamente integrados”, explica. 

Información elaborada en colaboración con SM/Cruïlla.

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