Loading...

Ser corresponsal en África, un reto apasionante

Periodismo internacional

El corresponsal en África de La Vanguardia, Xavier Aldekoa, explica su visión del continente y habla de su trabajo en el terreno

El periodista Xavier Aldekoa, durante la entrevista.

Silvia Muñoz

Los cuentos que le contaba su padre despertaron el interés del periodista Xavier Aldekoa por el continente africano. Por ello, con tan solo veinte años, emprendió su primer viaje a Mali. Desde entonces, ha cubierto conflictos y ha hablado de cómo se vive en varios países africanos.

Desde 2009 es corresponsal de La Vanguardia y, además, es cofundador de la Revista 5W especializada en reportajes en profundidad.

Hablamos con él para saber cómo es la vida de un corresponsal y cómo vive el reto de contar qué pasa en un continente tan grande y diverso.

El primer país africano que visitaste fue Mali. ¿Qué sentiste el primer día?

Tenía veinte años. Tenía la sensación de no conocer a nadie y lo desconocido genera incertidumbre. Sin embargo, decidí que si iba con la mente abierta, todo sería más fácil. Y así fue. Conocí a Abdoulaye al llegar, y se ha convertido en uno de mis grandes amigos en África. En el mes y medio que estuve allí, no dormí en ningún hotel. La gente que iba conociendo me invitaba a su casa.

¿Cómo es la vida de un corresponsal?

Ser corresponsal es una caja llena de sorpresas y de historias diferentes. No hay rutinas, no hay un día parecido a otro. Es necesario leer mucho y estar al día de lo que está pasando.

Por un lado, aquello que pasa en África generalmente no interesa mucho fuera del continente. Pero eso puede ser algo bueno porque me permite tener más tiempo para investigar historias más profundas.

Ser corresponsal en los Estados Unidos, Alemania o Londres implica que se debe hablar siempre de actualidad. En África tengo más tiempo para contar los avances en materia de feminismo, sobre los derechos humanos o la importancia de la energía solar, por ejemplo. Además, me permite disfrutar de una pausa entre historias.

¿Cómo definirías África?

Es el continente del futuro, el más joven. Es un continente vivo y fascinante que, si se observa de cerca, nos permite aprender mucho también sobre cómo somos nosotros. Es una conexión que viene de largo pero que continúa viva.

¿Cómo se ve África desde Occidente y cómo crees que deberíamos percibirla?

Es un error ver el continente como un todo, como una unidad. Además, desde occidente a veces se percibe con temor, con miedo por aquello desconocido y salvaje. Por otro lado, también hay una visión paternalista del continente, como que sus habitantes son víctimas que necesitan ser salvadas. Para romper con esto, es importante que los medios de comunicación ayuden a ver cómo es el continente de verdad. Hablar de cambios, de la historia y de sus tradiciones. De ese modo se puede tener una visión más realista.

Las historias que cubres acostumbran a ser emocionalmente duras. ¿Crees que el corresponsal o el periodista debe separar los sentimientos de la realidad?

No, porque trabajo explicando la realidad y los sentimientos son una manera de traducir aquello que pasa a ciertas personas en ciertos lugares. Si estoy cubriendo un hecho y aquello me genera indignación, tristeza o alegría, lo tengo que mostrar porque forma parte de mi trabajo. El periodista no es el centro del reportaje y tiene que separar su vida personal, pero eso no implica huir del dolor. Una situación dura puede generarme malestar, sí, pero también me da mucha fuerza ver cómo las personas que la padecen se sobreponen a ese sufrimiento.

¿El corresponsal está en peligro de extinción?

Ha habido una crisis del sector de la comunicación y ha tenido un impacto en todas las corresponsalías, especialmente en aquellas que no cubren temas de actualidad. No sé si podemos hablar de peligro de extinción, pero sí que trabajamos con más dificultades.

¿Crees que hay interés entre los jóvenes periodistas para ser corresponsales?

Me parecería injusto generalizar porque no sé qué sensibilidades tienen las nuevas generaciones. Pero seguro que será más complicado que antes. De todos modos, el periodismo no es una profesión fácil. Tienes que ser consciente de que es una carrera de fondo sin final, tienes que dedicarle mucha pasión porque esto te dará los fuerzas para continuar. La humildad es necesaria para ser periodista y hacer un buen trabajo. Solo así, asumiendo que no lo sabemos todo, podremos hacer un trabajo más honesto y real.

Información elaborada en colaboración con el máster universitario de Periodismo y Comunicación Digital de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Junior Report impulsa una red de Revistas Escolares Digitales gestionadas por alumnos de secundaria.Conoce más sobre el proyecto aquí .