El mensaje feminista de ‘Mujercitas’
150 aniversario
Escrita hace 150 años, la novela de Louise May Alcott ha influido a miles de mujeres contemporáneas
Louise May Alcott (1832-1888), una joven de Massachusetts (Estados Unidos), comenzó a escribir relatos para ayudar económicamente a su familia.
Su editor, Thomas Niles, le encargó una novela para jóvenes adolescentes. Y Alcott decidió escribir una historia que se parecía mucho a su propia realidad: unas hermanas que sufren la pobreza provocada por la Guerra de Secesión de Estados Unidos (1861-1865).
Además de hablar sobre la guerra civil, la autora también quiso retratar cómo era el papel de la mujer en el s.XIX y el proceso de madurez que experimentan los diferentes integrantes de una familia.
Las hermanas Meg, Jo, Beth y Amy se presentan como unas jóvenes con grandes expectativas, muy diferentes a la vida que les ha tocado. Pero, aunque parezca que las cuatro protagonistas van a vivir grandes aventuras, la autora optó por todo lo contrario.
Igual que hizo Jane Austen unos años antes, Alcott quiso resaltar la realidad de una joven de su época. La historia de la familia March, sus discusiones por la mañana, las riñas de hermanas y los sueños de cada una de las protagonistas cautivaron al público de la época.
‘Mujercitas’ como una obra feminista
Hoy en día, Mujercitas sigue siendo una obra de referencia. Y el debate sobre si es o no una obra feminista ha vuelto a estar a la orden del día gracias al 150º aniversario de su publicación.
La historia de Jo, uno de los personajes femeninos más reivindicativos sobre la figura de la mujer en la sociedad del siglo XIX, hace que nos preguntemos si la autora quería remover conciencias con su historia.
De hecho, Alcott nunca se casó, vivió de su propio trabajo y se dedicó a viajar mientras mantenía a su propia familia.
Por el contrario, todas las hermanas March –exceptuando a Jo– abandonaron sus aspiraciones para dedicarse a su familia. De acuerdo con los estándares actuales, la novela no se definiría como feminista.
No obstante, el simple hecho de que una mujer aspire al pensamiento libre y de que el hombre y la mujer se definan como iguales en una relación ya es un gran avance para la época. Pensémoslo: en 1868, la mujer ni tan solo podía votar.
Jo, un modelo a seguir
Con o sin debate, ‘Mujercitas’ nos regaló el personaje de Jo: una chica que todo el mundo consideraba poco femenina (por su libertad de pensamiento y sus aspiraciones profesionales), pero que simplemente rompía con el modelo de lo que una jovencita debía ser en aquella época.
Obsesionada con la literatura y con convertirse en una gran escritora, dispuesta a darlo todo para apoyar a su familia y empeñada en rechazar lo que todo el mundo consideraba un buen partido, Jo se volvió un modelo a seguir para todas las niñas que leyeron Mujercitas.
Ya sea como Jo o como ella misma, Alcott mostro en la ficción y en la realidad cómo la cotidianidad de una familia puede definir una época. Y gracias a los March, podemos entrever cómo vivían unas jóvenes en 1868 en un pequeño pueblo al noroeste de Estados Unidos.
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