Loading...

Una tregua por Navidad

Centenario del Armisticio

El 25 de diciembre de 1914, los ejércitos dejaron las armas a un lado y compartieron un día de paz

Soldados británicos y alemanes durante la tregua de Navidad de 1914 en Ploegsteert, cerca de Ypres (Bélgica).

Getty Images

La Primera Guerra Mundial fue un conflicto de trincheras. En el Frente Occidental, en la frontera entre Francia, Alemania y Bélgica, los soldados franceses y británicos se enfrentaban a los alemanes en unas condiciones extremadamente difíciles.

Los soldados pasaban semanas e incluso meses en aquellos agujeros cavados bajo tierra. Pasaban hambre y frío, dormían junto a las ratas y los días eran todos iguales. ¿Te imaginas pasar la Navidad en estas condiciones?

El 25 de diciembre de 1914, el espíritu navideño motivó a soldados de ambos bandos a abandonar sus posiciones y aventurarse en “tierra de nadie”, que es como se llamaba el espacio que separaba las trincheras de ambos bandos.

En ese terreno neutral, franceses y británicos conversaron pacíficamente con los alemanes, sus enemigos declarados en la guerra. También intercambiaron regalos, hicieron entierros para sus muertos e incluso jugaron un partido de fútbol.

Villancicos entre trincheras

La Tregua de Navidad fue uno de los momentos más emotivos de la Primera Guerra Mundial.

A finales de 1914, los soldados de las trincheras padecían un invierno muy frío. En ambos bandos se decía que la guerra iba a ser corta, pero el conflicto se había estancado y los ejércitos permanecían en las trincheras. Todos estaban a la espera de cuál sería el momento más indicado para atacar.

Quien desea que la guerra continúe no puede ser considerado nunca más un 'ser humano'. La desesperación no puede ser mayor en territorio enemigo, así como en casa”

Carta de un soldado alemán en octubre de 1914

Este era el triste estado de ánimo de los soldados que habían sido destinados al Frente Occidental. De pronto, la Nochebuena de 1914, desde las trincheras alemanas se oyeron las voces de algunos soldados cantando villancicos.

En algunos puntos del frente de batalla, las trincheras de ambos bandos estaban muy cerca, apenas 30 metros. Así que cuando los alemanes cantaban, los franceses y británicos les oían cantar.

Primero los alemanes cantaban uno de sus villancicos y luego nosotros cantábamos uno de los nuestros […] Pensé que era algo realmente extraordinario: dos naciones juntas cantando el mismo villancico en mitad de una guerra”

Carta del soldado británico Graham Williams

Celebrando la Navidad con el enemigo

La mañana del 25 de diciembre, algunos soldados alemanes se aventuraron en tierra de nadie llevando carteles en inglés que decían “No disparéis”. Poco a poco, británicos y franceses dejaron sus armas y se acercaron a sus enemigos.

Podía ver con mis propios ojos lo que pocas horas atrás habría creído una locura. Alemanes e ingleses, hasta este momento feroces enemigos, encajaban las manos, charlaban e intercambiaban objetos”

Carta del soldado alemán Josef Wenzl

Además de jugar a fútbol con una pelota que guardaban los soldados británicos, los ejércitos enemigos intercambiaron ropa, comida y tabaco, mostraron fotos de sus familiares y enterraron a los soldados muertos.

Todo había ocurrido sin que los políticos y generales supieran nada de esa tregua. Por eso, al final del día, los tres ejércitos regresaron a sus trincheras y dieron por finalizada la tregua. Simpatizar con el enemigo estaba prohibido y podía suponer graves consecuencias.

La Tregua de Navidad representa un momento de luz en medio de la terrible guerra que se libraba en Europa. Por un día, soldados que habían sido educados en el odio hacia el enemigo cambiaron las armas por las risas y se reencontraron con su humanidad.

Infórmate de todo en Junior Report | Castellano Català English