¡Feliz año nuevo chino!
El calendario chino se basa en la posición del sol y las fases de la luna para definir los meses y años
En la cultura china, el Año Nuevo coincide con el Festival de Primavera, una festividad que se celebra desde hace siglos para honrar a los dioses y ancestros. Este año, China celebrará el año 4716 según su calendario tradicional.
El calendario chino es un calendario lunisolar: los días y los meses se fijan en función de la posición del sol y las fases de la luna. Por eso cada tres años se añade un mes al calendario, de modo que ese año tiene trece meses en vez de doce.
Es como un año bisiesto, pero en vez de añadir un día se añade un mes entero. De esta forma, según el calendario lunisolar, un año normal tiene 353-355 días, mientras que el año de trece meses tiene 383-385 días.
Muchas culturas han utilizado este sistema de medición astronómica: el calendario hebreo, el calendario budista, el calendario hindú… Sin embargo, actualmente la mayoría de países utiliza el calendario gregoriano de 12 meses y 365 días.
China adoptó el calendario gregoriano hace muchos años, pero sigue manteniendo la tradición del Año Nuevo Chino, donde toman protagonismo varios elementos del cielo y de la tierra. Este 2018 es el Año del Perro y el Año de la Tierra.
Un calendario para cada cultura
A diferencia del calendario chino, en la mayoría de países occidentales se utiliza el calendario gregoriano. Se trata de un calendario solar que sólo se fija en la posición del sol para determinar la longitud de los días y los meses.
El calendario gregoriano fue impulsado por el papa Gregorio XIII en 1582 para sustituir el calendario juliano, que cometía algunas imprecisiones astronómicas. Este calendario debía su nombre al emperador romano Julio César.
A día de hoy, el calendario gregoriano es el calendario oficial prácticamente en todos los países del mundo. Es el calendario que utilizamos: los años tienen 12 meses y 365 días, excepto los años bisiestos que tienen 366.
Sin embargo, no todos los calendarios se basan en el Sol. El calendario musulmán, por ejemplo, es un calendario lunar que sigue las fases de la luna.
Este calendario, que convive con el calendario gregoriano en los países musulmanes, se compone de un año de 354 o 355 días divididos en 12 meses según en los ciclos lunares.
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