La mayoría nos tomamos la hora de Educación Física como una oportunidad para dejar los libros por un rato y divertirnos con nuestros compañeros de clase. Pero, en realidad, podría ser una de las asignaturas que más impacto tiene en nuestra vida.
Profesores, pedagogos, médicos y expertos en deporte no se cansan de repetir los beneficios de la actividad física para la salud. Y es que el sedentarismo (la falta de ejercicio físico) se ha convertido en una epidemia en Europa: se calcula que unos 210 millones de europeos no realizan prácticamente ningún tipo de actividad física.
Los expertos apuntan que la escuela es clave para cambiar esta realidad. Para promover una vida sana y activa entre los más pequeños, la Fundación Rafa Nadal impulsa desde 2009 proyectos de educación y deporte para niños y jóvenes.
Maria Francisca Perelló, Directora de Proyectos de la Fundación, afirma que “los primeros años de vida resultan determinantes en el desarrollo de habilidades físicas y en la introducción de hábitos de vida saludables”, además de ser un momento clave en la formación del carácter de los más jóvenes.
Y es que los beneficios de la actividad física van mucho más allá de la salud. La asignatura de Educación Física no sólo nos obliga a practicar deporte, sino que también nos ayuda a mejorar nuestras habilidades sociales ¡e incluso a sacar mejores notas!
Deporte y valores
“Durante la práctica deportiva, aparecen emociones, conflictos, situaciones a favor y en contra… Todas ellas nos llevan a la necesidad de aprender a gestionar nuestras actitudes y sentimientos”, explica Eunate Gómez, Directora del Centro Fundación Rafa Nadal en Mallorca.
El deporte es una de las mejores herramientas que tenemos para desarrollar nuestras habilidades psicológicas y sociales. Según Gómez, “al jugar con y competir contra nuestros compañeros, adquirimos valores como el esfuerzo, la superación, el compañerismo y el trabajo en equipo”.
Gracias al deporte, evolucionamos a nivel personal, mejoramos nuestra capacidad de relacionarnos con los demás, aumentamos la confianza en nosotros mismos y aprendemos a lidiar tanto con la victoria como con la derrota.
Las lecciones de Educación Física van más allá del plano físico: aprendemos a gestionar emociones y estados de ánimo.
¿La Educación Física mejora el rendimiento escolar?
Además de los beneficios físicos y psicológicos, muchos investigadores afirman que el deporte también mejora nuestro rendimiento escolar. Es decir, que Educación Física podría ayudarnos a sacar mejores notas en el resto de asignaturas.
Según un estudio de la Universidad Miguel Hernández de Elche, las funciones cognitivas –como la atención, la memoria o la capacidad de seleccionar información relevante– mejoran después de practicar deporte. Eduardo Cervelló, uno de los investigadores que participaron en el estudio, explica que normalmente se subestiman los beneficios cognitivos del deporte.
“Quizás la clase de Educación Física deba realizarse antes de la de matemáticas”, afirma Cervelló. Quién sabe, a lo mejor ¡deberíamos correr un poco antes de cada examen!
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