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La alimentación: una preocupación global

El hambre en el mundo

Aunque el mundo produce alimentos suficientes para todos, hay más de 800 millones que padecen hambre

Factores como la falta de recursos técnicos, los conflictos o el cambio climático pueden afectar la correcta alimentación de las personas.

FAO

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) celebra el 16 de octubre el Día Mundial de la Alimentación, una fecha para concienciar y promover campañas que ayuden a garantizar una alimentación suficiente y nutritiva para todas las personas.

Según el último estudio sobre seguridad alimentaria de la FAO, se calcula que la subalimentación crónica afectó 815 millones de personas en todo el mundo en 2016 (casi 40 millones más que en 2015). La situación ha empeorado en zonas del África subsahariana, el sureste asiático y Asia Occidental.

Subalimentación: cuando una persona ha pasado al menos un año sin comer alimentos que le aporten la energía necesaria, es decir, la persona no come alimentos con los nutrientes necesarios para un correcto desarrollo”

Eso significa que, a pesar de todas las campañas de concienciación y de las actuaciones de instituciones y ONG, el número de personas que pasan hambre ha aumentado. Parece que la Agenda 2030 de la ONU para erradicar el hambre y prevenir cualquier forma de malnutrición cada vez es más difícil de cumplir.

El objetivo de la Agenda 2030 es garantizar la seguridad alimentaria: que todas las personas tengan acceso a una alimentación correcta, con suficientes nutrientes.

FAO

¿Qué provoca el hambre?

Disponer de alimentos es clave para luchar contra el hambre, pero la seguridad alimentaria no depende solo de la producción agrícola, la ganadería o la pesca. Existen otros factores como las situaciones de conflicto o el cambio climático que afectan directamente a la desnutrición.

Los conflictos políticos o armados afectan directamente a la población e impiden que las industrias y negocios de alimentos puedan funcionar con normalidad. La inmensa mayoría de las personas que padecen inseguridad alimentaria y malnutrición viven en países afectados por conflictos.

Como consecuencia directa de estos conflictos, en todo el mundo hay más de 65 millones de personas desplazadas que se han visto obligadas a abandonar su hogar. Además de no disponer de una casa o un trabajo, la mayoría de estas personas no pueden permitirse una correcta alimentación.

En la actualidad, el cambio climático tampoco ayuda. El calentamiento global afecta directamente a la regularidad de las precipitaciones, o bien contribuye a formar fenómenos climatológicos extremos como sequías prolongadas o inundaciones.

Problemas relacionados con la alimentación

La subalimentación puede provocar un retraso en el crecimiento de los más pequeños, una condición que puede provocarles problemas durante el resto de su vida. Además, la desnutrición infantil aguda sigue siendo una amenaza para casi 52 millones de niños en todo el mundo.

El estudio de la FAO destaca una tendencia positiva: la desnutrición infantil sigue disminuyendo, aunque todavía hay 155 millones de niños menores de 5 años que la padecen.

El mapa global del hambre elaborado por el Instituto Internacional de Investigación en Políticas Alimentarias (IFPRI) nos muestra que África sigue siendo, desde hace década, el lugar donde el hambre afecta a más personas.

Mapa del hambre 2017. En rojo y naranja, las zonas más afectadas por la desnutrición.

IFPRI

Existen otras formas de malnutrición además de la desnutrición. La anemia (falta de hierro) entre las mujeres o la obesidad, tanto entre la población adulta como entre los niños, son algunos de los problemas relacionados con la alimentación a nivel mundial.

De hecho, el exceso de peso y la obesidad son trastornos que han aumentado en todas las regiones del mundo. En 2016, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso.