La revolución digital camina a pasos agigantados. Digitalización, robotización, automatización, Big Data, Inteligencia Artificial… El entorno tecnológico está demandando profesionales que cuenten con capacidades digitales que se adapten a esta revolución.
El problema es que el mercado laboral no está consiguiendo mantener el ritmo de estos cambios tan vertiginosos. Esto está provocando la existencia de un déficit profesional: no hay suficientes profesionales con capacidades tecnológicas especializadas para cubrir determinados puestos de trabajo.
Digitalización.
En este escenario, el aprendizaje permanente de los trabajadores se convierte en el gran aliado. Las compañías están empezando a apostar por el Lifelong Learning, que implica asumir que el éxito de la empresa depende de las competencias digitales y capacidades de sus trabajadores en entornos cambiantes.
Encontramos dos tipos de formación que pueden recibir los empleados de una empresa en función del objetivo de la compañía. Hablamos de los conceptos upskilling y reskilling.
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'Upskilling' y 'reskilling': formación con diferencias
El upskilling es un anglicismo que hace referencia a la formación de un profesional en nuevas competencias que le permiten crecer en su rol actual. El objetivo es que el trabajador adquiera ciertas habilidades que lo ayuden a mejorar su rendimiento y productividad.
Con el upskilling las empresas buscan que sus empleados sean competitivos y puedan mantenerse en su puesto de trabajo aun cuando el entorno digital está cambiando. Los trabajadores adquirirán las habilidades necesarias para continuar en su rol.
Una mujer estudiando.
Por su parte, el reskilling hace referencia a la formación de un trabajador para otro puesto a través de la dotación de nuevas habilidades y competencias. Con el auge de la tecnología algunos trabajos van a perder relevancia en el mercado laboral, por lo que muchos trabajadores pueden verse abocados a perder su empleo.
Lo que pretende el reskilling es que los trabajadores se formen en otros sectores más demandados dentro de la misma compañía. Aunque la capacitación de los trabajadores requiere una inversión, a las empresas les sale más rentable la formación que contratar a un nuevo empleado.
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Beneficios de la formación en empleados
Los beneficios del upskilling y el reskilling son evidentes. Según la Fundación Adecco, el principal beneficio es para la empresa. Esta mejorará su competitividad, lo que se trasladará en unos resultados positivos y una buena rentabilidad. Además, la compañía podrá retener al talento, lo que le supone un ahorro a corto y largo plazo.
Innovación y y trabajo en equipo.
Los beneficios para los empleados también están presentes. Los trabajadores se sentirán más satisfechos y adquirirán competencias y habilidades nuevas y necesarias. Estos verán oportunidades reales de mejora en sus puestos de trabajo, lo que contribuirá a la fidelización del talento con respecto a la compañía.
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