Hay una campaña en Estados Unidos de gente que, indignada con el fundador de Tesla, Elon Musk, por sus acciones al frente del Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE, por sus siglas en inglés) –además de acciones protagonizadas en público, como la extensión del brazo como un saludo nazi–, han decidido mostrarle su rechazo mediante acciones contra coches de la marca. En unos casos, mediante violencia extrema, con el incendio de vehículos y cargadores; y en otros, mediante una violencia de menor intensidad, como la clásica ralladura de la pintura de las puertas mediante una llave.
Una pegatina en un Tesla en Lakspur (California) señala: “Lo compré antes de que supiéramos que Elon estaba loco”
Para los que no lo saben: los Tesla te graban en vídeo si te acercas a dañarlos
Para información de los que no saben que los Tesla tienen varias cámaras en todas las direcciones: los vehículos te graban en vídeo si te acercas a dañarlos. Se llama modo Centinela y permite ver las grabaciones tanto en la pantalla del coche como en el móvil. Ya hay varias denuncias por delitos de daños en Estados Unidos contra esas personas. Es más, propietarios de vehículos dañados están subiendo los vídeos de esos ataques a redes sociales, con lo que los incautos de la llave quedan doblemente retratados por sus acciones.
¿Cuál es la motivación de dañar los Tesla? ¿Las ideas de Elon Musk? Repasemos eso: si el fundador de una marca de coches tiene una ideología que muchos identificarían con el nazismo, ¿eso justifica dañar propiedades de personas que no tienen nada que ver con Musk y que puede que piensen de forma muy distinta a él? En su día, estos propietarios lo único que hicieron fue comprar un coche, no una ideología.
Si siguiéramos esa lógica perversa, en Europa tenemos varias marcas de coches y de otros tipos de productos de amplio consumo que fueron fundadas o apoyaron sin ambages al régimen dictatorial de la Alemania nazi. Algunos de los responsables de las mayores atrocidades de la historia están detrás de marcas de amplio uso hoy entre la población de todo el mundo. Sería más que irónico que algunas de las personas que atacan coches Tesla condujeran vehículos de compañías que apoyaron activamente a Adolf Hitler.
Otro sinsentido sería identificar a todos los estadounidenses con Donald Trump, Elon Musk o J.D. Vance. El sistema electoral de Estados Unidos tiene la peculiaridad de decidir el presidente por sólo unos pocos miles de votos en unos Estados clave. Muchos millones de ciudadanos votaron diferente.
Lee también
El próximo fin de semana, en Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla y Valencia, la organización Democrats Abroad, que pertenece al Partido Demócrata de Estados Unidos, se manifestará por las calles para expresar su disconformidad con decisiones que están tomando los dirigentes de su país. Es la demostración de que, aunque en las redes sociales se tiende a la generalización, no todos los estadounidenses son iguales.
