El pasado 1 de marzo, el conseller de Justícia i Qualitat Democràtica, Ramon Espadaler, se reunió en Roma con un grupo de siete catalanes, Jordi Bertomeu, Armand Puig, Daniel Arasa, Valentí Miserachs, Agustí Borrell, Joaquim Erra i Marc Carroggio, con responsabilidades en la curia. El objetivo del encuentro no iba más allá de un intercambio de impresiones pero pone de manifiesto el peso de la Iglesia catalana .
Aunque el recuerdo del papel del cardenal Anselm Albareda o de los obispos Ramon Torrella y Pere Tena induce a pensar que en el pasado Catalunya tenía una mayor presencia en la curia, lo cierto es que con el papa Francisco ha ganado relevancia.
Los ex priores de Montserrat y Poblet asumen altos cargos en sus respectivas órdenes monásticas
Una de las figuras más próximas al Pontífice es precisamente Jordi Bertomeu Farnós ( Tortosa, 1958), oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, encargado por el Papa de investigar casos de pederastia y abusos sexuales en distintos países (Chile, Bolivia, Costa Rica, Paraguay) lo que le ha valido el apodo de Agente 007 y no pocas y agrias polémicas incluso con sectores de la misma Iglesia.
El decano de los eclesiásticos catalanes en Roma es Valentí Miserachs Grau ( Sant Martí Sesgueioles, 1943), director de coral y compositor, quien dirigió hasta el 2012 el Pontificio Instituto de Música Sacra, y es canónigo de la iglesia de Santa Maria la Mayor.
Jordi Bertomeu Farnós es encargado por el Papa de investigar casos de pederastia y abusos sexuales, lo que le ha valido el apodo de 'Agente 007'
Entre los nombramientos más recientes está el de Armand Puig Tàrrech ( La Selva del Camp, 1953), quien hace año y medio dejó de ser rector del Ateneu Universitari Sant Pacià para ser presidente de la Agencia de la Santa Sede para la Evaluación y la Promoción de la Calidad de las Universidades y Facultades Eclesiásticas .
A la cita con el conseller acudieron también dos pesos pesados del Opus Dei: Marc Carroggio Guerin (Barcelona, 1967), profesor de Comunicación Institucional en Roma desde 1998 y Director de Comunicación de la prelatura desde el 2006; y Daniel Arasa Villar (Barcelona, 1971), decano de la Facultad de Comunicación de la Santa Croce de Roma y consultor del Dicasterio para la Comunicación.
Armand Puig fue designado hace un año y medio presidente de la Agencia de la Santa Sede para la Evaluación y la Promoción de la Calidad de las Universidades y Facultades Eclesiásticas
También estuvieron presentes dos altos cargos de órdenes religiosas: Agustí Borrell Viader ( Caldes de Malavella, 1959), doctor en Sagrada Escritura y vicario general del Carmelo Descalzo desde hace nueve años, lo que equivale a ser el número dos de la orden; y Joaquim Erra Mas ( Vic, 1961), consejero general de la orden de San Juan de Dios desde hace seis años y elegido Ecónomo General el pasado 6 de noviembre en Polonia.
Otros catalanes con presencia en la curia no pudieron estar presentes. Es el caso de Jordi-Agustí Piqué Collado ( Lleida, 1963), benedictino, organista, que ha sido durante tres mandatos decano-presidente del Pontificio Instituto Litúrgico de Roma y desde hace apenas un mes es el nuevo prior del monasterio de Montecasino. Además es consultor del Dicasterio para las Causas de los Santos.
Tampoco estuvieron dos monjes bien conocidos: Ignasi M. Fossas Colet ( Aiguafreda, 1960), ex prior de Montserrat y desde septiembre pasado abad de la Congregación de Subiaco, que reune a 70 monasterios benedictinos; y Lluc Torcal Sirera ( Sant Cugat del Vallès, 1971), ex prior de Poblet y ahora procurador general de la orden cisterciense. Tampoco estuvo Ambròs Cots Dorca, postulador general de la orden teatina. Ni Núria Calduch Benages (Barcelona, 1957), biblista, que ocupa desde marzo del 2021 nada menos que la secretaria de la Pontificia Comisión Bíblica, órgano consultivo del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. El papa Francisco la integró además en la Comisión para el estudio del diaconado de la mujer.
Otra mujer, Margarita Bofarull Buñuel (Barcelona, 1961), médico y religiosa del Sagrado Corazón, es miembro del Consejo Directivo de la Pontificia Academia por la Vida desde el 2022, aunque reside en Barcelona. Hace ahora dos años, el Papa nombró también al filósofo y teólogo laico Francesc Torralba Roselló (Barcelona, 1967) miembro del Dicasterio para la Cultura y la Educación.
Pese a no residir en la Ciudad santa, el cardenal y arzobispo de Barcelona Juan José Omella Omella (Cretes, 1946) es sin duda el catalán con más acceso al Papa desde que hace dos años fue nombrado miembro del G-9, el grupo de cardenales que asesoran al Pontífice en el gobierno de la iglesia. Y otro nombre a tener en cuenta es el del nuevo obispo coadjutor de Urgell, Josep Lluís Serrano Pentinat ( Tivissa, 1977), que desde el 2019 era consejero de la Secretaria de Estado del Vaticano y antes había formado parte del servicio diplomático de la Santa Sede.