Había mucha expectación por saber qué iba a decir y no defraudó. Marie-France ha prestado declaración en el juicio contra su esposo, Joël Le Scouarnec , el cirujano francés acusado de violar a 300 niños, y asegura que nunca detectó mientras estuvo casada con él desviaciones sexuales en el hombre. “No hubo ni vi nada que permitiera pensarlo”, ha repetido.
Durante la declaración de esta mujer se han vivido momentos tensos e incluso broncos en una sala impactada por algunas de sus frases; especialmente entre las víctimas, que no la creen. Cuando la testigo se ha visto acorralada por las preguntas, tanto de la jueza como de las acusaciones, su respuesta ha sido una pregunta: “¿Me están juzgando también a mí? ¿Tengo que pedir asistencia de un abogado?”.
Un hermano del acusado afirma que su excuñada lo sabía todo y “no hizo nada para parar al hombre”
Marie-France ha declarado después de que lo hiciera un hermano de Joël Scouarnec y asegurara que su excuñada “estaba al tanto de las actividades de su marido y no hizo nada para pararlo”. Este testigo sostiene que la mujer prefirió seguir viviendo con este médico, que le facilitaba una vida muy cómoda “al cobrar diez mil euros netos al mes”.
Las palabras de esta mujer han retumbado en la sala donde las víctimas siguen el juicio a través de pantallas. Estas esperaban que Marie-France cambiara de postura y su pusiera de su parte. Pero ha ocurrido todo lo contrario.
El mejor amigo de Le Scouarnec
“Yo no me meto en historias de braguetas”
Uno de los momentos más surrealistas e indignantes vivido en este juicio llegó ayer con la declaración de uno de los mejores amigos de Joël Le Scouarnec. Un hombre de su misma edad que el acusado (74 años) que le visita en la cárcel y que no le ha abandonado pese a las graves acusaciones y tras destaparse el monstruo escondido tras el semblante apocado de ese cirujano. Cuando le preguntaron a ese testigo qué pensaba de este juicio, el hombre respondió con una pasmosa tranquilidad que esas “historias de bragueta” no son su problema. Y al insistirle la magistrada para que diera una opinión, otra respuesta que enojó especialmente a las víctimas: “Qué quiere, ¿me pongo a llorar? Lo hecho, hecho está, no puedo llorar por todo lo que ocurre en el mundo”, manifestó. Una conducta que sorprendió al propio Le Scouarnec, que recriminó a su amigo esa “indiferencia” hacia unas víctimas, que el cirujano admite ahora “tendrán secuelas de por vida”.
Además de negar una y otra vez saber nada de la doble vida de su esposo, Marie-France dejó a todo el público de esa sala sin palabras al manifestar, cuando le pidieron que se pusiera en la piel de esas víctimas, que “a algunos menores ya les gusta eso”. Una frase que aumentó el enojo de esas decenas de personas violadas de niños por este cirujano. Algunas estallaron y abandonaron la sala.
Algunas víctimas abandonan la sala al no poder soportar el dolor causado por las palabras de esta testigo
Marie-France sostiene que ni tan siquiera se enteró de la detención de su esposo, en 2005, por tenencia de pornografía infantil. “A mí nadie me dijo nada”, aseguró.
Ella sostiene que se enteró de que había estado casada con un monstruo en 2017, cuando el hombre volvió a ser arrestado por violar a una niña de 6 años, hija de sus vecinos. Le introdujo los dedos en la vagina a través de la valla que separaba las dos viviendas.

El acusado sigue el juicio con aparente tranquilidad.
También negó haberse enterado de que Joël Scouarnec había violado a dos de sus sobrinas, menores de edad, cuando ocurrieron esos hechos. Al abordar este episodio volvió a enojar a las víctimas al asegurar que una de esas niñas “era muy pícara y siempre estaba colgada del cuello de su abuelo”.
Sobre la violación de una de las sobrinas del médico: “Esa niña era muy pícara y estaba siempre colgada del cuello de su abuelo”
Al ser preguntada por las decenas de muñecas que este cirujano escondía en su casa, Marie-France volvió a negar la mayor. “Yo tengo fobia a las muñecas, sobre todo las antiguas, me dan escalofríos”. También negó conocer la existencia de las decenas de diarios en las que Joël Scouarnec anotaba, con lujo de detalles, sus agresiones sexuales.
Al recordarle si habló en una ocasión con una de sus hermanas para comentarle la posible atracción de su esposo por los menores, Marie-France volvió a levantar muchos murmullos con su respuesta: “A muchos hombres les gustan las niñas pequeñas”. Y ante la insistencia de la jueza y las acusaciones para que aclarar el sentido de esa frase, la mujer volvió a responder con una pregunta: “¿Es éste mi juicio?
Cuando le advitieron que su tono en esta declaración causaba un daño añadido a las personas violadas por su esposo, la mujer dijo: ¿Qué puedo decirles a estas víctimas? Que me solidarizo con ellas. Yo misma fui violada dos veces, cuando era niña (por mis tíos). Y, ya de adulta, fui agredida de noche, drogada, por mi pareja ", un hombre al que conoció tras divorciarse de Le Scouarnec.