Más del 70% de las jóvenes ha recibido contenido sexual no deseado en redes sociales
Entorno digital
El Instituto de las Mujeres ha presentado un estudio sobre cómo la representación de las mujeres en los contenidos digitales influye en su autopercepción
Dos jóvenes consultan su teléfono móvil.
El 72,2% de las jóvenes entre los 18 y 30 años ha recibido comentarios sobre su físico o mensajes de contenido sexual no deseado y el 58,8% ha sido objeto de menosprecios, ataques o insultos a través de comentarios machistas. Estos son algunos de los datos extraídos del último estudio del Instituto de las Mujeres sobre la autopercepción de las mujeres en los entornos digitales.
La investigación tiene la finalidad de dar voz a las jóvenes y comprender cómo construyen su autopercepción a partir de su representación en contenidos de redes sociales, videojuegos y otras plataformas, y conocer qué estereotipos de género se encuentran en estas. El ámbito digital juega un papel fundamental en su socialización, y es que su uso es diario y casi universal (97%). Un 79,2% de las jóvenes usa Instagram, un 55,5% TikTok y 38,8% YouTube.
Moda y belleza, el contenido más consumido
Para llevar a cabo el estudio se ha realizado una encuesta a 1.068 jóvenes entre 18 y 30 años residentes en España, así como de seis grupos focales con 48 participantes en total. Además, se ha elaborado un taller propositivo con 18 creadoras de contenido y especialistas y, por último, se ha completado con el bagaje de tres expertas en feminismo y ámbito digital (Elisa García Mingo y Pilar Medina Bravo y una experta que ha preferido mantenerse en el anonimato por el acoso digital recibido).
El contenido más consumido por las jóvenes se centra en la moda, belleza y estilo de vida (51,8%), seguido del entretenimiento (48,7%), música (47,1%) o alimentación y gastronomía (37,1%). Aunque el uso es variado, las jóvenes con más edad (23-30 años) y con estudios superiores tienden a consumir contenido más politizado, mientras que las más jóvenes suelen alternar entre contenido “vacío” y contenido activista.
Representación de las mujeres
Las investigadoras han identificado la permanencia de los roles femeninos que muestran estereotipos tradicionales o en papeles secundarios. Unas representaciones que enseñan a priorizar el cuidado de “los otros” y los espacios doméstico-afectivos. En este sentido, la influencia de la superwoman sigue muy presente, un rol que implica un estándar irreal imposible de alcanzar.
Debido a la transformación del machismo, “las formas de neoliberalismo y capitalismo adoptan unos falsos empoderamientos que son muy seductores para las mujeres”, ha expresado Clara Guilló, directora de la investigación. Estos discursos explican por qué la mayoría de las encuestadas (70%) percibe que las relaciones entre mujeres y hombres en el entorno digital son igualitarias, frente a un 30% aproximadamente de chicas que perciben la desigualdad de forma más manifiesta.
El 40,9% de ellas cree que mujeres y hombres –en los contenidos– se relacionan como iguales y hacen cosas parecidas, un 29,9% que se relacionan como iguales, pero tienen roles distintos, un 17,3% considera que muestran actitudes y actividades distintas y un 12% piensa que, además, lo que hacen los hombres es más visible o se le da más valor. En resumen, la desigualdad es percibida peor cuando las imágenes no son tan evidentes y aluden a la superwoman.
Siete de cada diez mujeres se ve expuesta a anuncios de operaciones estéticas
El impacto de la publicidad se percibe de manera negativa entre las encuestadas. La hipersexualización y mercantilización del cuerpo femenino contribuye a una presión constante por cumplir con ideales inalcanzables. Un 63,5% de las jóvenes reciben anuncios sobre moda, un 61,5% sobre belleza, 41% sobre entrenamientos, 33,7% sobre alimentación o dietas. Un dato que preocupa a las expertas son los anuncios sobre operaciones estéticas. Un 74,2% de las mujeres se ve expuesta de manera “frecuente” y “ocasional”.
A pesar de que las mujeres también son jugadoras de videojuegos, su participación en el ámbito profesional es extremadamente baja. Del mismo modo, las mujeres racializadas y las mujeres con discapacidad están “profundamente invisibilizadas”. “Son contenidos poco accesibles y no encuentran ni buscándolos”, ha apuntado Guilló.
Violencia digital y sus efectos
Siete de cada 10 jóvenes han sufrido comentarios sobre su físico o mensajes de contenido sexual no deseado, siendo las jóvenes racializadas como las jóvenes con discapacidad las más afectadas. Un 71,2% bloquea al agresor, en los mensajes de carácter sexual, y un 69,1% ante mensajes misóginos. Pero sigue siendo bajo el porcentaje de denuncia tanto a las plataformas como a la policía.
“Cuanto más jóvenes y con menos estudios, mayor capacidad de sentir malestar y autoobjetivación y presión estética”, ha expresado Guilló. Y todas subrayan los sentimientos de exclusión, frustración y presión social por parecerse a las representaciones que perciben.
Interés por el contenido feminista
La encuesta demuestra un interés mayoritario por el contenido feminista (88,4%), aunque un 59,5% considera insuficiente el acceso a este tipo de contenido. “Las creadoras están en el espacio digital, pero tienen menos peso que los hombres debido al algoritmo”, ha aclarado la directora del estudio. Un factor que se suma al “agotamiento emocional” y el “acoso constante” que reciben las creadoras.
Los grupos focales pusieron de relieve que las jóvenes hacen búsquedas intencionales y, aunque es posible encontrar diversidad, implica un esfuerzo deliberado. Sienten que “el algoritmo” está diseñado para promover perfiles normativos.
Además, las expertas han demostrado que existe una correlación positiva en el hecho de tener un mayor acceso a contenido feminista y la identificación de agresiones machistas en el ámbito digital.
Retos y propuestas de acción
Tras la investigación, las profesionales han elaborado decenas de propuestas de actuación, que pueden agruparse en cuatro bloques: fomentar una mirada feminista en los medios digitales, generar liderazgo institucional en espacios dominados por empresas privadas, garantizar la seguridad y libertad en los espacios digitales y lograr el compromiso real de las plataformas.