Al catedrático en ginecología de la Universidad de Birmingham, Arri Coomarasamy, le importan las mujeres. Intenta combatir las muertes relacionadas con la gestación: las de los abortos espontáneos y también la de las de las madres que dan a luz y fallecen tras el parto por una hemorragia. Nacido en Sri Lanka pero formado en Reino Unido, país en el que se ha fraguado una prestigiosa carrera, Coomarasamy acaba de ser reconocido con el XIX Premio Fundación Dexeus Mujer por su contribución en la prevención de las pérdidas gestacionales y por reducir la mortalidad materna tras el parto. Ha impulsado el método E-MOTIVE para diagnosticar y tratar la hemorragia posparto en 80 hospitales de Kenia, Nigeria, Sudáfrica y Tanzania que ha reducido el número de muertes.
¿Qué le impulsó a estudiar un método para evitar las hemorragias?
Sabía que hay mujeres que mueren durante el parto y que en gran número sucede en los países de bajos ingresos. Pero solo eran números en mi mente. Hasta que hace unos 20 años fui de vacaciones a un país del África subsahariana. Un amigo me llevó a una sala de partos y había una morgue con mujeres jóvenes que habían muerto durante el parto. Dos de las tres que habían muerto allí, habían fallecido de hemorragia postparto. Ahí pones cara a los números. En aquel momento me estaba formando para convertirme en médico de FIV, pero me comprometí a tratar de hacer algo al respecto. Empezamos a trabajar vigorosamente en ello hace una década y así, con el equipo en Birmingham, hemos sido capaces de empezar a buscar diferentes maneras de tratar de mejorar estas situaciones.
¿Cómo seleccionaron los países y hospitales?
Es un problema enorme, en todo el mundo, especialmente en los países de bajos ingresos y en el África subsahariana en particular, donde hay altos niveles de muerte por este problema. En Nigeria sabemos que mueren unas 20.000 mujeres al año por esto. Y fuimos a los hospitales de nivel secundario donde no hay muchos médicos ni comadronas…. Pero son los centros a los que la mayoría de población va a buscar atención médica. Queríamos demostrar que el tratamiento funcionaba en esos hospitales, para que fuera significativo para una población más amplia de mujeres.
¿A qué se debe la hemorragia?
Cuando el bebé nace, la placenta sale, y entonces se supone que el útero se contrae muy inmediatamente, pero a veces no pasa. Permanece relajado y sangra.
¿Se puede prevenir?
Damos un medicamento para contraer el útero tan pronto como el bebé sale. En realidad se da a todas las mujeres. Pero a pesar de recibir esta medicación, un 10% de las mujeres siguen sangrando. Entonces hay que detectar el problema y tratarlo rápidamente. Porque si te retrasas, su vida está en riesgo. Lo que hicimos con E MOTIVE fue diagnosticar el problema precozmente utilizando el paño de extracción de sangre y tratarlo también muy pronto. Porque el problema es que no se diagnostica la hemorragia postparto correctamente.
¿Por qué?
Normalmente se estima la sangre que pierde mirando. Pero las estimaciones son a menudo muy erróneas, lo que significa que alrededor del 50% de los casos no se diagnostican.
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La reina Letizia entrega el premio Dexeus Mujer al profesor Arri Coomarasamy
¿Cómo funciona su método de detección?
Proporcionamos a los profesionales sanitarios y a las mujeres un paño de extracción de sangre. Es como una bolsa de plástico con forma de embudo que en la parte inferior tiene calibraciones. Después de que la mujer haya dado a luz, se lo ponemos debajo para que recoja la sangre. Los profesionales pueden ver la cantidad de sangre que se está perdiendo para saber si hay que tratarlo.
¿Cómo se trata?
En el pasado y en la actualidad en muchos lugares se van probando tratamientos. Es lo que llamamos un tratamiento secuencial. El problema es que con eso se pierde tiempo y la mujer sigue sangrando. Nosotros proponemos dar un tratamiento combinado; reunir y dar todos los tratamientos efectivos. Y de esta manera hemos reducido el número de muertes un 30%.
La vida de las mujeres no siempre es considerada una prioridad
No siempre se ha dado importancia a la salud reproductiva de las mujeres ¿Esto que explica es un claro ejemplo?
Desgraciadamente sí. Y no sólo en los países de renta baja. Creo que en todo el mundo hay un problema. Si supiéramos que cada dos minutos muere una madre, mujeres jóvenes sin ningún problema médico... Son mujeres que van al hospital a tener un bebé. Mueren cada dos minutos. Y con la hemorragia posparto, mueren cada 7 minutos más o menos. Creo que es un problema enorme. ¡Y podemos resolverlo! Pero hace falta compromiso político y la voluntad social. La vida de las mujeres en muchas de estas sociedades no es necesariamente considerada una prioridad como para arreglar las cosas. Hay negligencia a niveles muy altos de la sociedad.
Uno de cada cuatro embarazos acaba en un aborto espontáneo y usted también estudia cómo reducir esta cifra ¿Se puede?
Sí. Creo que, de nuevo, el aborto espontáneo es un área descuidada. Se ha investigado muy poco, pero ahora empezamos a entender que hay formas de reducirlo. Aproximadamente la mitad de los abortos espontáneos se deben a un problema cromosómico del bebé. Pero en la otra mitad, no.
¿Qué pasa entonces?
Puede haber problemas hormonales en el cuerpo de la madre, por ejemplo. En esos casos, sabemos que hay cosas que podemos hacer para intentar reducir el riesgo de aborto. Uno de los principales avances de los últimos cinco años es que sabemos que si las mujeres que sangran al principio del embarazo tienen antecedentes de abortos espontáneos, la administración de la hormona progesterona puede reducir el riesgo de aborto.
Se ha investigado muy poco sobre el aborto espontáneo
¿Qué factores de riesgo hay?
Hay factores de riesgo relacionado con el estilo de vida, y otros de tipo médico. Sabemos que el tabaquismo, el alcohol, la cafeína -aunque una o dos tazas de cafeína no es un problema- son factores de riesgo. También la obesidad. Y luego están los factores de riesgo médicos que incluyen condiciones como la diabetes, por ejemplo. Pero también, problemas de tiroides, trombofilia… También sabemos que si hay un daño en el ADN del esperma, eso podría aumentar el riesgo de aborto involuntario. E influye la edad de la mujer. Así que un mensaje de salud pública en esto es importante. No puedes retrasar tener hijos porque sí.