“Hay gerontofobia: muchos consideran que la gente mayor molesta”

Alfons Durán-Pich | Sociólogo y empresario

Autor de una veintena de libros, la mayoría de índole económico, acaba de publicar 'No dejes que el viejo entre en casa'

Durán-Pich recibe a 'La Vanguardia' en su casa de Barcelona

Durán-Pich recibe a 'La Vanguardia' en su casa de Barcelona 

LV / Mané Espinosa

Existen distintas maneras de envejecer, todas legítimas. Hay quien sucumbe a su edad (y actúa en función de lo que marca su DNI) y otros que la ignoran y siguen a lo suyo como si nada. Alfons Durán-Pich –empresario, sociólogo, psicólogo…- forma parte del segundo grupo. Sigue al pie del cañón, asegura. Nacido en San Sebastián “por azares de la vida” –gran parte de su existencia la ha pasado en Barcelona-, se niega a compartir su edad cronológica. Sí la biológica: 73 años (en Estados Unidos, previo pago, te hacen un estudio de tu cuerpo y mente y te calculan tu edad biológica, cuenta). Precisamente de la edad versa su último libro (ha escrito una veintena, principalmente sobre economía): No dejes que el viejo entre en casa.

Usted defiende que el concepto de la tercera edad tendría que ser suprimido.

Absolutamente, es algo arbitrario. El sistema fija unas reglas de juego, pero todos sabemos que hay jóvenes que están envejecidos y personas mayores que se encuentran en perfecto estado, tanto mental como físicamente. Cicerón, en su obra De Senectute, habla de que las personas mayores ya no tienen la fuerza de antes, pero recuerda que quien lleva el timón en un barco no es un joven, sino un sénior.

En países como Japón o Vietnam, las empresas están dirigidas por personas de edad”

En el libro, diferencia entre envejecer y sentirse viejo.

En el fondo, es un sentimiento. Tienes que levantarte cada día y sentirte joven, en el sentido global del término. Siempre hablo de países como Japón, Singapur o Vietnam, donde sus empresas están dirigidas por personas de edad. Justamente esa es la expresión correcta, personas de edad, que son las que acumulan experiencia. Lo que no podemos hacer es pretender que las empresas fichen para puestos directivos a gente joven, con cuatro másteres, dos doctorados y tres erasmus, pero sin ninguna experiencia. Hay que conjugar experiencia con formación. Es algo que en la Universidad de Stanford, uno de los centros donde estudié, tienen claro.

¿Y qué dicen allí?

Recuerdo que cuando un joven acababa de cursar un grado y quería realizar un máster, lo primero que le preguntaban era dónde trabajaba. Si todavía no lo hacía, le decían que primero acumulara experiencia y más tarde volviera para hacer el máster. No querían gente sin experiencia. Aquí cursas un grado y enseguida haces un máster, cuando no sabes nada de la vida. Y eso me entristece. Luego los ves que van perdidos cuando llegan a la empresa, y la culpa es del sistema y no suya, por el proceso sustitutivo.

Este empresario no entiende cómo en la sociedad del conocimiento se prescinde de quien más sabe

Este empresario no entiende cómo en la sociedad del conocimiento se prescinde de quien más sabe 

LV / Mané Espinosa

¿El proceso sustitutivo?

Las corporaciones privadas lo que hacen muchas veces es jubilar a un directivo que tiene un coste, por decir algo, de 90.000 euros, por un joven sin experiencia pero con muchas titulaciones que tiene un coste de 40.000. El empresario es muy feliz porque cree que ha hecho el negocio de su vida, pero no sabe de qué va la película, y acabará pagándolo. Hay fórmulas para subsanarlo que algunos países ponen en práctica.

¿Cómo cuáles?

La jubilación parcial. También se puede hacer aquí, pero es complicado por una cuestión procedimental. Dentro de este esquema puedes incorporar a un joven en formación y mantener de manera parcial al senior. Es una fórmula perfecta, y asequible. Te lo digo yo, que he dirigido compañías con mucho personal y facturación. Lo he probado y ha funcionado. Y lo hacía en contra de algunos de mis directivos, que miraban el coste a corto plazo. Una buena empresa no es un proyecto a corto plazo.

Tu conocimiento es parte de tu patrimonio"

Y así la compañía sigue nutriéndose de conocimiento.

Así es. Mira, en la última compañía que estuve, donde era el consejero delegado, obviamente traspasé parte de mi conocimiento al irme, pero no todo. Nadie lo hace. Tu conocimiento es parte de tu patrimonio. Hay cosas que te las guardas in the back of the office, como dicen los estadounidenses.

¿Las personas mayores están marginadas?

En el mundo occidental, sí. Hay mucho desencanto dentro de este colectivo, sobre todo en el segmento de personas con más formación. Probablemente, un trabajador que realizaba tareas manuales quizás sea feliz cuando lo jubilan. No así un gerente, un director financiero, un abogado… estos lo pasan muy mal. Se sienten frustrados y muy abandonados. Se da la paradoja de que en la sociedad del conocimiento se prescinde de quien más sabe, y es una equivocación. Antes, la tasa de suicidios se concentraba en la segunda adolescencia y en la franja intermedia que va de los 45 a los 50 años, sobre todo en hombres. Ahora, en Occidente, empieza a despuntar entre los 65 y 70 años. Hay un dicho tunecino que dice que cuando una persona mayor muere, una biblioteca se quema.

Se da la paradoja de que en la sociedad del conocimiento se prescinde de quien más sabe"

Asegura incluso que hay gerontofobia.

Efectivamente. Muchos consideran que las personas mayores molestan. Algunas acaban en un geriátrico, esperando a que mueran. Sé que es duro lo que digo, pero es así. Es verdad que hay casos en que es necesario, no entro en el territorio de los problemas cognitivos. Yo hablo de personas que tienen sus condiciones mentales bien pero a lo mejor padecen problemas de movilidad y la familia no dispone de recursos, porque hay que pagar la hipoteca a final de mes, para que alguien esté a su lado.

Usted dice que una sociedad que expulsa a la gente más capacitada del mercado laboral por su edad cronológica está enferma y desorientada.

Así es. La sociedad actual está gestionada por un conjunto de mediocres. No hay líderes como los de los años 60 y 70. Y ya no hablemos de los históricos, que vinieron tras la Segunda Guerra Mundial. Ahora es como una comunidad de vecinos, donde a veces le toca hacer de presidente a alguien que no está preparado.

La sociedad actual está gestionada por un conjunto de mediocres"

Por lo que explica, las personas mayores tienen que tener cuidado incluso con sus iguales, que paradójicamente son los que peor hablan de la gente mayor.

Es un fenómeno que está estudiado, no es una opinión. De ahí que una de las cosas importantes que recomiendo es ser muy selectivo con los amigos. A veces, el que hace más daño es justamente el que tiene tu edad. ¿Por qué? Porque se ha vuelto tóxico, lo ve todo mal y te desanima. Estas personas no te interesan. Tienes que compartir tiempo con gente que tenga ganas de hacer cosas. Cada día hay 14.000 estímulos distintos en los que poner el foco. Cada uno que siga el que quiera en función de sus capacidades y gustos.

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