Las defensas en el caso Pelicot cargan contra Dominique: “Es un fabricante de violadores”

La habitación del horror

Se escucha ya la primera petición de absolución y súplicas para reducir las penas a  hombres “manipulados”

Sentencia del caso Gisèle Pelicot, en directo | Última hora del juicio: veredicto y penas

Dominique Pelicot ante el tribunal antes de ser excusado de la audiencia

Dominique Pelicot escucha estos días, cabizbajo, los alegatos de los abogados de los 50 hombres a los que invitó a violar a su mujer, tras drogarla para que no se enterara de nada 

Benoit PEYRUCQ / AFP

En la sala de vistas de Aviñón (Francia)  ha llegado el turno de los abogados defensores de los 50 hombres acusados de violación por meterse en la cama de Gisèle Pelicot, cuando la mujer estaba dormida por los ansiolíticos suministrados, sin que ella se enterara, por su marido, Dominique.

En las primeras intervenciones de estos letrados ha quedado ya clara la estrategia de esas defensas para conseguir benévolas condenas. La culpa de todo, insisten esos abogados, es de Dminique Pelicot. Él es “el director de orquesta”, “el ogro”, “el lobo”...  que manipuló y engañó al resto de violadores para que mantuvieran relaciones sexuales con Gisèle, sin capacidad de respuesta por parte de ella y mucho menos de consentir esas relaciones íntimas, pues estaba inconsciente.

Dominique Pelicot es “un hombre perverso, egocéntrico y diabólico”, afirmo el letrado Christophe Bruschi, mientras que los hombres que se metieron en la cama de Gisèle eran “peces muy pequeños” dentro de ese mar de perversión sexual.

Joseph, “absolución”

Bruschi representa al acusado para el que se pide la pena más baja: 4 años de cárcel. Y es el único caso, de momento, en el que la defensa reclama la absolución. Su cliente, Joseph, de 69 años, ha sido acusado de agresión sexual al no constatar la investigación que hubiera penetración en ese encuentro íntimo con Gisèle.

Su abogado, Christophe Bruschi, sostiene que Joseph no fue consciente de que la mujer estaba drogada y que siempre creyó que todo formaba parte de una fantasía sexual de la pareja. Solo tocó unos minutos a Gisèle y abandonó esa cama, "al  darse cuenta de que la situación no era normal”, añadió este abogado. Así que su cliente fue “un imprudente”, pero no un agresor sexual.

Aunque el hombre -eso fue duramente criticado por Gisèle en sus intervenciones- jamás denunció la experiencia vivida en esa casa, como tampoco lo hizo ninguno de los otros acusados. Eso no se lo va a perdonar jamás esta mujer a esos hombres.

El resto de abogados lo van a tener más difícil para convencer a los cinco jueces que dictarán sentencia de la inocencia de sus clientes. La mayoría de esos letrados no pueden negar que se cometiera un delito -la falta de consentimiento de Gisèle está fuera de dudas- así que no les queda otra que intentar ver reducida la petición de pena de la Fiscalía (entre 10 y 18 años de cárcel) para esos acusados.

Cyrille, el “ingenuo”

Es el caso de Paul-Roger Gontard, abogado de Cyrille, trabajador de la construcción de 54 años, para el que se solicitan 12 años de cárcel. "Yo hubiera apostado también por la absolución de mi cliente”, confesó ese letrado, pero esa estrategia tiene pocas posibilidades de prosperar cuando Cyrille admitió en su declaración que jamás tuvo el consentimiento de Gisèle cuando se metió en su cama para tener relaciones sexuales con ella. Introdujo su pena en la boca de la mujer.

“Fue un tonto, un ingenuo, sí”, afirmó el abogado de este hombre, pero todo lo que hizo fue “tras ser manipulado por Dominique, actuó como si fuera una marioneta y perdió toda capacidad de decidir por él mismo”, sostiene este abogado.

La excusa más escuchada es que esos violadores pensaron que todo era una fantasía sexual de la pareja

Estos últimos argumentos, manipulación del exmarido de Gisèle y convencimiento de que todo era una fantasía sexual de la pareja, son los más escuchados estos días en los alegados de las defensas en esa sala de Aviñón. Ahora el principal objetivo de esos letrados es evitar, en el caso de aquellos que aún disfrutan de libertad, su ingreso en la cárcel.

Antoine Minier, que representa a tres acusados, califica de “muy severas” las peticiones de la Fiscalía y pide que a la hora de imponer las condenas se tenga en cuenta las circunstancias particulares de cada acusado y las probabilidades de reinserción.

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Los letrados de las defensas eligian el “coraje” de Gisèle pero recuerdan que aquí se juzgan hechos y no una reacción social

CHRISTOPHE SIMON / AFP

Los abogados defensores elogian, como no podía ser de otra manera, el “coraje” de Gisèle en este juicio o su decidida “lucha contra la violencia de los violadores". Pero insisten, en estos primeros alegatos, que “no se está juzgando un hecho social”, lo que se dirime aquí son unos hechos concretos y sin valorarlos no puede ya pedirse “una pena ejemplar”, suplican estos letrados.

Dominique, “el manipulado”

En esta tanda de informes, ayer le tocó al letrado que defiende a Dominique, de 45 años, para el que se piden 17 años de prisión tras visitar hasta en seis ocasiones la casa de los Pelicot. El abogado no entiende el por qué de una petición tan alta para su cliente, cuya solicitud compara con la de otros acusados que tenían, por ejemplo, en su casa pornografía infantil y para los que se reclama un castigo menos severo.

El abogado repitió el discurso de otros de sus colegas: “Mi cliente no fue el que sometió a sumisión química a Gisèle y todo lo que hizo fue al “ser manipulado” por Dominique Pelicot. Recordó que ese acusado, otra excusa muy escuchada, fue víctimas de agresiones sexuales cuando era un niño y aseguró que en su estancia en la cárcel (es de los que está presos) ha dado muestras de “querer enmendar” su conducta.

Jerome, “el arrepentido”

El abogado de otro de los hombres, Jerome, que se metió en la cama de Gisèle media docena de veces, criticó a los fiscales por buscar, en este caso, “mas la pena ejemplar, que medidas para rehabilitar a esos acusados”.

Jerome se enfrenta a 16 años de cárcel. Su letrado pidió a los jueces que tengan en cuenta que su cliente “lo ha reconocido todo y ha expresado su vergüenza” e insistió en que ese hombre cayó en las garras de Dominique Pelictot, al que define como “un fabricante de violadores”.

Los abogados piden a los jueces que no se dejen “contaminar” por la presión social de este caso por “el coraje” de Gisèle

Las defensas piden al tribunal que va a dictar condena que rehúya de la presión social generada por este caso tras la petición de Gisèle para que todo el proceso haya sido público. Los abogados reclaman que la sentencia, que se espera dictar antes del 20 de diciembre, se ajuste a lo visto y escuchado en la sala.

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