Los rectores se han plantado ante la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras la aprobación del borrador de los presupuestos de 2025 que condenan a las universidades a una asfixia financiera. De aprobarse esas cuentas, advierten, el sistema universitario madrileño, el segundo más grande de España por estudiantes, afrontaría otro año de precariedad laboral, imposibilidad de reponer jubilaciones, limitaciones en promociones, paralización de proyectos formativos y de investigación, retraso en la reforma de infraestructuras obsoletas que representan un riesgo creciente para usuarios y trabajadores. “Si la situación actual es crítica, en pocos años podría volverse catastrófica, lo que nos pondrá en clara desventaja con otras comunidades”, concluyen los rectores.
Díaz Ayuso ha convocado a los rectores a una reunión el martes, 3 de diciembre, para tratar sobre estas protestas.
Madrid es, según los rectores, la comunidad que peor financia a sus campus y mayores tasas tiene
En el contexto de una liberalización de la educación superior en Madrid, una de las comunidades con mayor creación de universidades privadas de España, los seis rectores de las públicas han recibido con “profunda preocupación” el borrador de Presupuestos del Gobierno regional que “agravará la ya crítica situación económica” de las universidades tras años de “infrafinanciación acumulada” y “enmascara un descenso real” en la financiación.
Los campus, que han recibido el apoyo de CC.OO. y UGT, denuncian que la financiación prevista “no contempla las transferencias necesarias para afrontar el impacto de la inflación en los suministros, cubrir íntegramente el incremento salarial acordado por el Gobierno central, ni financiar las exigencias de la nueva Ley de Universidades, (LOSU)”.
Pese a “la alarmante situación económica”, la partida presupuestaria anunciada se mantiene en la misma cuantía que en 2024, “pues la aparente (y mínima) subida corresponde únicamente a una parte del incremento salarial que ya fue aplicado a los empleados públicos en este mismo año”.
Desde la crisis financiera, Madrid “redujo drásticamente la subvención nominativa y aumentó los precios de las matrículas”, y aunque éstas se han ido reduciendo, no se ha recuperado la financiación. Madrid se aleja del objetivo de dedicar el 1% de su PIB a la educación superior y es la comunidad que “peor financia sus universidades” e impone “uno de los precios públicos más altos del país a las familias”.