MedicinIA: la sanidad le sienta bien a la inteligencia artificial

Los pronósticos sobre la aplicación de la inteligencia artificial (IA) en la medicina son de lo más optimistas. La previsión es que el tamaño del mercado ascienda a 11.500 millones de euros en este ejercicio. Y la cifra supuestamente escalará hasta los 36.500 millones en 2029, lo que comportaría un incremento superior al 25% anual.

Los analistas explican esta evolución por los estilos de vida que mantienen los ciudadanos –con menos tiempo disponible para desplazamientos, pero un mayor dominio tecnológico– y la creciente prevalencia de enfermedades crónicas. Con respecto a este segundo factor, la Asociación estadounidense del corazón informa de que la tasa sobre insuficiencia cardíaca en el país alcanzará los seis millones de pacientes, casi un 2% de la población.

Expertos de empresas e instituciones como Siemens, KPMG, Verizon, Hans(wo)menGroup o la Universidad de Stanford participaron en la edición de 2024 del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona para tratar estas cuestiones y muchas otras. Iniciativas como la desarrollada por la Facultad de Medicina Geisel de Dartmouth y su Centro Oncológico combinan la precisión en el manejo de los datos y el respeto por los estándares éticos.

Los profesionales, tanto de la sanidad como de la informática, la ingeniería y las finanzas, están convencidos de que la confluencia de tecnologías como la IA, el aprendizaje automático (machine learning) y la internet de las cosas está configurando un modelo de negocio en el que la persona estará en el centro de todas las actuaciones.

En este apecto, las voces más críticas se sorprenden por el hecho de que no se haya trabajado de esta manera siempre. Sea como fuere, en esta nueva fórmula se contemplan múltiples facetas: de la atención al usuario a los procedimientos administrativos, pasando por la relación con proveedores, compañías farmacéuticas y un largo etcétera.

La escasez de médicos en numerosas naciones es cada vez más alarmante. Los representantes de la agrupación que reúne a las facultades norteamericanas de esta especialidad calculan que en solo una década serán necesarios entre 37.800 y 124.000 doctores en la principal potencia del planeta. Emerge en este punto una de las grandes oportunidades para la IA.