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Energía solar, luces led y cero residuos: cabezas de cartel de los festivales del futuro

Transformadores

Acompañamos a Odile Rodríguez de la Fuente al Jardín de las Delicias, un festival que se ha comprometido a compensar su huella de carbono con iniciativas como los cero plásticos y la movilidad eléctrica

Endesa se ha estrenado como patrocinadora sostenible del festival y del espacio Wizink Center, donde se construirá una planta solar fotovoltaica en la cubierta

Acompañamos a Odile Rodríguez de la Fuente a conocer dos proyectos que muestran el camino de la música hacia la sostenibilidad: el Jardín de las Delicias y el Wizink Center 

La conciencia sobre la gravedad del cambio climático ha calado en todos los ámbitos, también en el de la cultura. Y, muy concretamente, en el de la música. Por eso son cada vez más los grupos y cantantes que hacen suya la bandera de la sostenibilidad en sus giras y actuaciones, que buscan fórmulas para que sus giras sean más respestuosas con el entorno. Ejemplos concretos de esta nueva sensibilidad hacia el planeta y su futuro son los casos caso de Alejandro Sanz, Coldplay, Masive Attack, Maroon 5, Billie Eilish, y del festival Jardín de Las Delicias, que con el impulso de Endesa ha celebrado recientemente su edición más sostenible. 

Los grandes festivales de música pueden llegar a generar una huella de 25 kg de dióxido de carbono por persona

Además de la energía que se consume durante el propio espectáculo, el desplazamiento del equipo y la producción de la gira también tienen su coste medioambiental. Por eso, junto con las giras de “emisión cero”, los grupos y cantantes más concienciados han empezado a recorrer el mundo más espaciadamente en el tiempo para tener un impacto menor en el planeta. Por ejemplo, Coldplay ha protagonizado este 2022 su gira más verde utilizando vehículos eléctricos o biocombustible; una batería que se alimenta de aceite de cocina reciclado, energía solar y movimiento, desarrollada por BMV; un escenario cubierto de placas solares y vasos reutilizables de aluminio.

Un impacto aún mayor

En los grandes festivales de música, la contaminación se multiplica casi tantas veces como número de grupos participan. Y pueden llegar a generar una huella de 25 kg de dióxido de carbono por persona. Para hacernos una idea de la magnitud del problema, en el año 2019, antes de que la pandemia nos robara la música en directo, se celebraron hasta 890 festivales en España y, según datos de la Asociación de Festivales de Música (FMA), asistieron a ellos un total de 1.800.000 personas. Dicho de otro modo: ese año le costó al planeta unas 680 toneladas de residuos generadas en todos esos eventos.

Desde finales de 2021, los festivales españoles han creado un grupo de trabajo enfocado en sostenibilidad

Por suerte, la conciencia también crece en este terreno y, a finales de 2021, los festivales españoles decidieron unir fuerzas y buscar soluciones mediante la creación de un grupo de trabajo enfocado en sostenibilidad. Muchos de ellos han empezado a desarrollar acciones cada vez más respetuosas. Por ejemplo, protegiendo el entorno, minimizando los consumos, previendo qué residuos se van a generar para hacer recogidas selectivas, favoreciendo la movilidad sostenible o calculando el CO2 emitido a la atmósfera y compensándolo. También las nuevas generaciones y music lovers desean un cambio urgente desde la sensibilidad incipiente que han desarrollado por el acelerón del cambio climático.

Una invitada de excepción

El pasado mes de septiembre, durante dos días y en el recinto Cantarranas de la Universidad Complutense de Madrid, sonó la música de Leiva, Sidonie, Izal, Miss Caffeina o Rozalén, entre muchos otros. Y también “sonó” la sostenibilidad como si fuera una canción de base que todos los asistentes tararearon. Porque la tercera edición del festival Jardín de las Delicias ha sido este 2022 más verde que nunca.

El evento se ha convertido ya en un referente positivo para los demás festivales gracias a una serie de iniciativas, desarrolladas de la mano de Endesa –que se ha estrenado en el festival como patrocinador sostenible- en base a 18 compromisos sostenibles, todos ellos muy necesarios y urgentes. Muy celebrados también por los artistas participantes, como la joven Paula Becker, que debutó en un marco con el que comparte principios.

El Jardín de las Delicias ha desarrollado iniciativas basadas en 18 compromisos sostenibles

“No hay vasos, no hay basura tirada en el suelo. Se agradece, porque sí que hay cambio. El consumismo ha venido con nuestra generación, porque lo tenemos todo a mano y está muy bien de repente ver a tanta gente concienciada. Yo tengo que movilizarme un poco más, como todo el que quiere cambiar algo”, reflexiona la cantautora.

Precisamente llegar a ese público más joven -con una conciencia sostenible tan presente- y hacerlo partícipe del cambio es uno de los objetivos de Endesa, tal y como explica María Lacasa, directora de marca y patrocinios: “Esta generación está mucho más concienciada de lo que estábamos nosotros a nuestra edad. Por eso este año hemos decidido entrar en el mundo de la música, un mundo muy asociado a emociones, a buenos momentos, a pasártelo bien, a disfrutar, y lo hacemos de la mano del Jardín de las Delicias, que es un festival que está mejorando y creciendo mucho en todo lo que tiene que ver con la sostenibilidad”.

Compromisos y acciones reales

Pero, ¿cómo compensar la huella de carbono de un festival con tantos asistentes, grupos de música y un despliegue técnico tan grande? En este punto es donde Endesa pone al servicio del festival su experiencia en transición energética y proyectos sostenibles. El uso de vasos de cartón biodegradable reciclado o la Barra Sostenible de Vibra Mahou, en la que los asistentes podían canjear sus vasos usados por consumiciones, son solo algunos ejemplos de iniciativas de economía circular para reutilizar todos aquellos materiales que puedan tener una segunda vida.

La movilidad sostenible ha sido otro de los compromisos que destacaron en el festival con dos acciones fundamentales: una lanzadera de dos autobuses 100% eléctricos, gratuitos, desde Moncloa hasta la puerta del festival en la que se subieron más de 4.000 personas, y parking gratuito para los 50 primeros vehículos 100% eléctricos. Y hay más en camino: “Nuestro objetivo a medio plazo es que la energía que se suministre al festival sea 100% de origen renovable, pero mientras eso sucede, lo que queremos hacer es compensar todas las emisiones de CO2 que se generen en el propio festival”.

Energía renovable y también autoconsumo

El Wizink Center es uno de los recintos con más actividad del mundo: acoge a más de un millón y medio de personas y 200 eventos al año

El Wizink Center es otro de los ejemplos del rumbo que está tomando la industria de la música y los eventos hacia la descarbonización. Se trata del espacio multiusos más versátil de España y uno de los recintos con más actividad del mundo: por él pasan un millón y medio de personas y que acoge en torno a 200 eventos al año.

Un referente en el panorama musical y cada vez más en sostenibilidad, explica su director, Manuel Saucedo: “Tenemos, aproximadamente, unos 30.000 puntos de luz y el 100% son led o de bajo consumo. Hacemos una recogida selectiva de nuestros residuos, hemos aislado el recinto para no contaminar acústicamente el entorno y nuestros plásticos ya no son de un solo uso”.

La planta solar fotovoltaica con 518 kWp cubrirá el 20% de las necesidades energéticas del Wizink Center

Han dado muchos pasos y ahora tienen por delante un gran escalón: “Tenemos un proyecto que veníamos acariciando desde hace años y ahora hemos encontrado un socio ideal para ello, que es Endesa. En nuestra cubierta, que ya estaba preparada para ello, vamos a instalar casi 1.000 placas fotovoltaicas que nos van a permitir prácticamente ser autosuficientes energéticamente. Además, nos van a garantizar que nuestros consumos provengan de energía 100% renovable suministrada íntegramente por Endesa. Seremos un recinto verde”, puntualiza Saucedo. Esta planta solar fotovoltaica con 518 kWp cubrirá el 20% de sus necesidades energéticas, le permitirá ahorrar en su factura y reducir aún más su huella ambiental.

Pequeños avances hacen grandes pasos. Tal y como indica Odile Rodríguez de la Fuente, “lo más importante es tener sensibilidad y dar los pasos en la dirección correcta. Todos tenemos un objetivo hacia el que dirigirnos”.

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Salomé García