“El tiempo de Pajares y Esteso ya pasó, hemos de arrinconar a los hombres no corresponsables; igual que todos sabemos que está muy mal robar en el supermercado incluso si no te ven, también está mal robar tiempo y salud a tu pareja aunque otros no lo sepan”.
La idea de “afear” a los hombres que no son corresponsables con las tareas domésticas y de cuidado la lanzó Alberto Soler en las III Jornadas Yo No Renuncio que la asociación del mismo nombre y el Club de Malasmadres dedicaron el pasado jueves a la corresponsabilidad, y en la que Soler participaba no en su condición de psicólogo sino de padre corresponsable.
Con esta misma etiqueta intervino el ilustrador Javier Royo, que coincidió con Soler en la necesidad de que los hombres “silenciosos” que sí están a favor de la igualdad y ya son corresponsables en casa, den un paso más y se atrevan a interpelar en público a aquellos que no lo hacen o que muestran conductas machistas. Porque, como rezaba el lema de las jornadas, que las mujeres puedan conciliar y no tengan que renunciar a sus carreras profesionales “sí es cosa de hombres”.
“La corresponsabilidad es ocuparte mentalmente y físicamente de las cosas, y también empoderar a tu pareja”, dijo Royo. Y tanto él como Soler destacaron el diferente trato social que reciben los varones cuando se incorporan a los cuidados.
“Si voy al supermercado y los niños se portan mal me tratan con condescendencia, y si voy a comprar forro para los libros y pregunto cómo hay que hacerlo o cuál es mejor me explican con amabilidad, aunque no esté haciendo nada extraordinario; en cambio si esas situaciones las protagoniza mi pareja resulta cuestionada como madre”, comentó Soler.
“El día que no se nos trate como especiales por criar a los hijos y cuidar habremos avanzado de verdad en igualdad”, apuntó Royo, quien también subrayó la importancia de educar en esta igualdad y de dar ejemplo en casa.
Soler, por su parte, dejó claro que el avance hacia la igualdad, el ser un hombre corresponsable, exige que los varones renuncien “a ciertos privilegios que tenemos por el mero hecho de haber nacido hombres”.
El día que no se nos trate como especiales por criar habremos avanzado de verdad en igualdad
A modo de ejemplo comentó que asumir las tareas relacionadas con la escuela de los hijos supone renunciar a ver una serie sin que te molesten “porque es muy probable que a mitad de capítulo te llegue un wasap del grupo de clase recordándote que no has pagado el regalo del cumpleaños de menganito o que te acuerdes que mañana toca gimnasia y no has lavado las mallas”.
El objetivo
Un pacto de Estado por la conciliación
Con todo, en las jornadas también quedó claro que la corresponsabilidad de los hombres y el reparto de tareas en los hogares es pieza imprescindible pero no suficiente para alcanzar una conciliación real. Como aseguró Isabel Rodríguez, ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, “lo personal es político”, de modo que hay que continuar avanzando en políticas para mejorar las condiciones de las mujeres y la igualdad de oportunidades.
En este sentido, se comprometió a reactivar una subcomisión parlamentaria sobre conciliación, demanda planteada hace tiempo por la presidenta de Yo No Renuncio, Laura Baena, “como paso previo al objetivo último, que es un pacto de Estado por la conciliación”.
La directora de Relaciones Laborales y Diversidad de Telefónica, Tatiana Espinosa de los Monteros, aseguró que la conciliación es un derecho de cualquier persona, no sólo de las madres (“uno puede querer cuidar a un hijo, a sus padres o a un amigo”) y, más allá de la pareja, “las empresas también son un agente importantísimo para la corresponsabilidad”.
Y para los empresarios que aún son reticentes, la ejecutiva de Telefónica enfatizó que “tener una plantilla diversa por género raza y capacidad no es solo un tema de responsabilidad social, sino de productividad y de beneficios, porque si el equipo es diverso conocerás la realidad y necesidades de los clientes de las sociedades donde operas”.
La conciliación es un derecho de todos, no solo de las madres, y las empresas son un agente importantísimo
En las jornadas participaron también la socióloga Teresa Jurado, la periodista Sonsoles Ónega, la filóloga Iria Marañón y la directora creativa Virginia Mosquera, que abordaron la necesidad de que las mujeres plateen directa y abiertamente el reparto de tareas en el hogar, dejen de hacer cosas y deleguen, y desde todos los ámbitos sociales, desde el cine hasta las familias, se visibilicen y revaloricen los cuidados.
Hay que decir al compañero de trabajo '¿cómo tienes tanta jeta de alargar el curro en vez de ir a bañar a los críos'?
“Hay que enseñar a los niños que el superhéroe que está salvando el mundo ahora debe dejar de hacerlo para ir a recoger a sus hijos y a cocinar”, ejemplificó Marañón. “Y decir a ese compañero de trabajo que no se implica ‘¿pero cómo tienes tanta jeta de alargar el curro en vez de ir a bañar a los críos?”, comentó Soler.