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Descubrir Barcelona en un día a través de las grandes obras de Gaudí

Arquitectura y modernismo

El binomio Gaudí y Barcelona es inseparable. El dibujo de la capital catalana estaría incompleto sin su arquitectura, por ello os invitamos a descubrir la ciudad a través de algunas de las creaciones más icónicas

Vista panorámica de Barcelona con la Sagrada Familia de Antoni Gaudí como protagonista

Joan Mateu Parra

¿Se puede viajar a París y no ver la Torre Eiffel? Sí, se puede. Como también se puede pisar Londres y esquivar el Big Ben o elegir Roma para una escapada de fin de semana y sortear la visita al Coliseo. Todo esto es posible y, sin embargo, si nos permites el consejo, nada recomendable. Porque estarás evitando -físicamente, ya que visualmente, lo lamentamos, se van a cruzar en tu horizonte sí o sí- algunos de los edificios que son un símbolo clásico de la ciudad que las acoge.

Porque aunque no existe una regla oficial podríamos decir que algo -objeto, obra, personaje…- se convierte en clásico cuando tiene la capacidad de que varias generaciones lo reconozcan como típico y característico.

Los barceloneses lo saben bien. Ellos han dado una vuelta de tuerca a algo tan clásico como el vermut y lo han recuperado como protagonista del aperitivo en cualquier mesa, ya sean jubilados o hipsters los que se sienten en ella. Algo similar ha ocurrido con los característicos suelos con mosaicos que ahora son de lo más preciado entre los que buscan piso en Barcelona.

La historia se repite con la Honda SH125, hace años que recorre las calles de la ciudad conducida por varias generaciones de la misma familia y, ahora, damos la bienvenida a una última versión 100% adaptada a los nuevos tiempos: un motor más eficiente y limpio tal y como exige la normativa Euro 5.

Algo se considera un clásico cuando tiene la capacidad de que varias generaciones lo reconozcan como típico y característico

Clásico es, también, que en el skyline de la ciudad a nadie le sobren las grúas que, desde hace años, acompañan la imagen de la Sagrada Familia. Este sería uno de los emblemas de Barcelona. La Casa Batlló o el Park Güell podrían entrar en la lista también. Todas ellas tienen en común que las firma Antoni Gaudí.

Las paradojas de la vida han querido que el mayor exponente del modernismo catalán se haya convertido en todo un clásico para propios y extraños de la ciudad condal. Será porque lo cortés no está reñido con lo valiente, del mismo modo que algo clásico puede estar de rabiosa actualidad. Con él te invitamos a descubrir Barcelona de forma diferente a través de los ojos de Gaudí y sobre la SH 125.

Sagrada Familia

Joan Mateu Parra

Creación eterna

Empezamos esta motorizada ruta precisamente en el icónico templo que lleva en construcción desde 1882 y, según las últimas estimaciones -ha habido algunos retrasos consecuencia de la Covid-19-, se prevé que coloquen la última piedra en el año 2026.

Eso no impide que la Sagrada Familia se haya convertido en uno de los monumentos más visitados, fotografiados y admirados del mundo. Sus tres simbólicas fachadas -la del Nacimiento, la de la Pasión y la de la Gloria-, su interior que simula un gigante bosque de piedra y sus reconocibles torres bien merecen la visita.

Esta es, precisamente, la primera parada de este periplo que nos debe llevar a descubrir la Barcelona de Antoni Gaudí y que está cargada de lugares icónicos. Te proponemos hacerlo sobre la nueva Scoopy y que así vivas una clásica experiencia barcelonesa.

También, porque así podemos visitar más en menos tiempo. De hecho, en 10 minutos puedes llegar al siguiente punto del recorrido: la Casa Batlló. Es quizá una de las obras que más pasiones levanta de Gaudí y, sin embargo, no fue él quien la construyó.

Casa Batlló

Joan Mateu Parra

Lo hizo su maestro, Emili Sala Cortés. Cuando el empresario Josep Batlló la adquirió quiso que Gaudí la rehiciera de nuevo. El arquitecto decidió simplemente remodelar y restaurar el edificio. Eso sí, cualquier parecido entre una versión y otra es pura coincidencia. Gaudí dotó a la Casa Batlló de una fachada original y exuberante. Usó vidrio, piedras, cerámica y la coronó con esculturas de todo tipo.

No es solo fachada

La fascinación no queda ahí. Te invitamos a no quedarte con la foto del exterior: aparca la moto, guarda el casco integral bajo el asiento -la nueva Honda SH125 tiene más espacio y más capacidad de carga- y déjate sorprender. Una vez cruzas el umbral de la casa es solo la antesala de un edificio en el que todo, desde las sillas, las vitrinas, el patio de luces y las míticas chimeneas tienen el inconfundible sello del artista.

El siguiente enclave queda un poco más alejado, pero te aseguramos que merece cada centímetro de asfalto recorrido con tu Scoopy. Que, además juega a nuestro favor gracias a su nuevo motor más potente y de menor consumo con parada al ralentí que nos permiten consumir todavía menos. Poco más de 20 minutos es lo que necesitarás para dejar atrás l’Eixample y llegar a otra de las obras icónicas de Gaudí: el Park Güell.

Park Güell

Joan Mateu Parra

Igualmente inspirado en la naturaleza -como la Casa Batlló-, este espacio de 17 hectáreas en un primer momento se concibió como un conjunto residencial de lujo. El proyecto no prosperó y terminó por convertirse en un gran jardín abierto al público.

Desde entonces se ha ganado a pulso ser uno de los principales lugares de interés turístico en Barcelona. Sus columnas con aspecto de árboles, sus impresionantes dragones y sus mosaicos realizados con trocitos de cerámica de colores tienen gran parte de la culpa. Que en 1984 fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, también.

El Park Güell es, desde 1984, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y ofrece una panorámica única de Barcelona

Que, además, esté situado en uno de los puntos más altos de la capital catalana y ofrezca una panorámica única de la ciudad hace que sume todavía más puntos. En invierno, te animamos a apurar al máximo tu entrada para que puedas visitarlo justo cuando empieza a atardecer. La experiencia no tiene precio.

Que no te eche para atrás que la vuelta a casa sea de noche porque la iluminación “full LED” de la nueva SH es más que suficiente para que puedas circular con total tranquilidad. Esto, junto al nuevo control de tracción, la rueda grande y la nueva suspensión la hacen más segura y única en su segmento.

Más allá de los clásicos

Pero no solo de las grandes obras de Gaudí presume Barcelona. De hecho, si le preguntas a los locales por su edificio favorito del famoso arquitecto de Reus es más que probable que muchos se decanten por aquellas creaciones que, aún siendo menos conocidas, tienen el mismo encanto.

Es el caso de la Torre Bellesguard, quizá la construcción más atípica de Gaudí. Aquí ahora se celebran desde exposiciones hasta bodas, pero que está estrechamente ligada a la historia de Cataluña por la infinidad de hechos históricos que han tenido lugar en este castillo de inspiración medieval con detalles modernistas.

Plaza Real

Joan Mateu Parra

Otros se quedan con el palacio que Eusebi Güell encargó a Gaudí, el Palau Güe ll. Es, seguramente, la obra que más sorpresas provoca. El por qué está en la austeridad de su fachada, que no hace presagiar la opulencia que se da en su interior.

Y para terminar nuestro recorrido, una creación que pocos -locales incluidos- atribuyen a Gaudí. La Plaza Real, es un lugar de peregrinación obligatorio para cualquiera que visite Barcelona. Se ubica en el solar de un antiguo convento capuchino en el centro, una gran fuente preside el espacio y rodeándola, en ella encontramos unas célebres farolas que sí, también, fueron diseñadas por el arquitecto catalán.

Detalle de la Casa Batlló

Joan Mateu Parra

S i te subes a la nueva Honda SH125 y nos acompañas en nuestro recorrido comprobarás por qué teníamos razón al principio de este texto cuando te decíamos que los clásicos siempre merecen una y otra, y otra oportunidad.

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