El VIH, la epidemia que se controló sin encontrar vacuna
Emergencia sanitaria
El reto actual es mejorar la calidad de vida de los infectados
El próximo mes de junio se cumplirán 40 años desde que se describieron los primeros cinco casos de sida en Los Ángeles (EE.UU.). Pocos meses después, en octubre de 1981, se diagnosticó el primer caso en España, en el hospital Vall d’Hebron. No fue hasta casi dos años después, en mayo de 1983, cuando se descubrió el virus que causaba esta enfermedad, el VIH (el virus de la inmunodeficiencia humana).
Tras décadas de investigación, aún no se ha encontrado vacuna para la gran pandemia de finales del siglo XX. Pero en los países ricos ha pasado de ser un enfermedad mortal a una infección crónica controlable. Este cambio de paradigma se debe a la expansión de los tratamientos antirretrovirales, que permiten que los infectados tengan una carga viral indetectable y, por tanto, no puedan trasmitir la enfermedad.
Algunas entidades alertan que el impacto de la Covid ha frenado los planes preventivos frente el sida
Aun así, en el 2019 alrededor de 700.000 personas murieron de enfermedades relacionadas con el sida, sobretodo en África. La mortalidad ha disminuido un 39% desde el 2010 y un 60% respecto al pico alcanzado en el 2004, con unos 1,7 millones de fallecidos.
Este año, el día mundial del Sida, que se conmemora cada 1 de diciembre, llega por primera vez en un contexto de pandemia global y en plena carrera por la búsqueda de una vacuna contra la Covid-19.
Todo indica que la batalla científica será más corta y exitosa. No solo porque los años de trabajo para entender el VIH han ayudado a las investigaciones sobre el coronavirus, sino porque la vacuna que frene al SARS-CoV-2 solo se enfrenta a un tipo de virus, mientras que el VIH tiene una tasa de mutación altísima que provoca millones de virus distintos en los infectados. De ahí que aún no se haya encontrado una vacuna que los bloquee a todos.
Según el Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida (Ceeiscaat), en el 2019 vivían en Catalunya 33.736 personas con VIH, de los que un 87 % son hombres. La tasa de incidencia es de 6,1 casos por cada 100.000 habitantes, un poco superior a la media europea (5,6) e inferior a la española(6,9).
El año pasado se diagnosticaron 471 nuevos casos, un 23% menos que en el 2018. La disminución es gradual desde el año 2010, cuando se registraron 871 positivos. Catalunya ha alcanzado los objetivos marcados por la ONU para el 2020 en el camino para erradicar el virus del sida: que el 90% de las personas infectadas por VIH lo sepan, que el 90% de éstas estén en tratamiento y que el 90% de estas últimas tengan una carga viral indetectable.
El reto ahora es que las personas con VIH tengan una buena calidad de vida y que se acabe con la estigmatización del colectivo en los ámbitos sanitario, institucional, laboral y social, según denuncia el Comitè 1 de Desembre catalán. Otras entidades españolas alertan de la paralización de las estrategias preventivas frente al VIH como consecuencia del impacto del Covid-19.