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Illa niega la necesidad de un cierre total que el Govern prevé si la curva no baja

Emergencia sanitaria

Sanidad comunica 25.595 contagios, nuevo máximo en un día y 239 fallecimientos

Coronavirus | Disturbios y altercados por el cierre perimetral y estado de alarma: última hora, en directo

El ministro Salvador Illa, ayer, durante la rueda de prensa para presentar los presupuestos

J. Hellín. POOL / EP

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, lo dejó ayer bien claro. El decreto de alarma aprobado el jueves y que tiene una duración de seis meses, no prevé el confinamiento domiciliario porque el Ejecutivo no lo ha visto necesario. Illa se mostró convencido de que las últimas medidas adoptadas por las comunidades autónomas surtirán el efecto deseado y doblegarán la curva.

El titular de Sanidad respondía así a las demandas de algunas comunidades, entre ellas Catalunya, que ya han advertido que pedirán los confinamientos domiciliarios si no consiguen reducir los contagios.

En la rueda de prensa en la que presentaba los presupuestos de Sanidad, el ministro dejó su habitual prudencia para asegurar que “no va a ser necesario llegar” a tener que modificar el decreto de alarma actual gracias a las medidas “contundentes” que los gobiernos autonómicos han puesto en marcha, como las limitaciones de grupos, las restricciones de movilidad nocturna, los confinamientos de las regiones y de los municipios o la reducción de
aforos, entre otras. A su juicio, el estado de alarma ofrece, tal y como está diseñado, un “marco estable” y suficiente para doblegar la curva. “Estoy seguro de que estas medidas van a dar su fruto”, defendió.

Su confianza, sin embargo, quedó ensombrecida con la in­formación que posteriormente realizó su departamento. Sanidad comunicó ayer 25.595 contagios, nuevo máximo en un día de toda la pandemia, lo que eleva la cifra total a 1.185.678. También in­formó de 239 fallecimientos, 857 durante los últimos siete días.

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El departamento de Salut de la Generalitat no descarta pedir un confinamiento domiciliario si las nuevas medidas adoptadas no logran atajar las cifras de contagios. Un nuevo enclaustramiento causará “un gran daño emocional y económico”, reconocieron ayer el secretario general del departamento de Salut y el coordinador de la unidad de lucha contra la Covid-19 en Catalunya, los doctores Marc Ramentol y Jacobo Mendioroz.

El confinamiento “sería la última carta que pondríamos sobre la mesa, aunque no la descartamos”. Tanto Ramentol como Mendioroz confían en que el confinamiento domiciliario se evitará con las nuevas medidas de restricción de la movilidad decretadas en Catalunya, así como con otras que se pueden desplegar en el futuro, en especial la contratación de médicos jubilados y de estudiantes de Medicina de último curso para compensar “la falta de manos”.

En cuanto a Madrid y su decisión de confinar la región por días y no durante un periodo continuado, el titular de Sanidad eludió cualquier tipo de confrontación, aunque quiso dejar claro que el Gobierno no dio su autorización (algo que sí dijo Ayuso y que su equipo consideró como una victoria) a su propuesta, ya que no la necesitaba. El decreto de alarma da la potestad a las comunidades a adoptar las medidas que el decreto de alarma estipula. Madrid ha sido la única comunidad que ha utilizado los confinamientos por días, en contra de la opinión generalizada de los expertos que apuestan por cierres más largos. Además ha suscitado el recelo de algunas comunidades, como Castilla-La Mancha o Andalucía, que cree que todas las autonomías deben ir por el mismo camino.

Precisamente por ello, el Consejo Interterritorial de Sanidad se reunirá el miércoles para acordar criterios y medidas comunes. Es decir, que si se decide un confinamiento se acuerde cómo hacerlo y cuánto tiempo.

El ministro, confiado en que las medidas adoptadas por las comunidades darán los resultados esperados

La última en sumarse a las restricciones de movilidad de cara a este fin de semana y los próximos días ha sido Galicia, que ayer decidió el cierre perimetral de sus principales ciudades: Vigo, A Coruña, Arteixo, Santiago de Compostela, Ferrol, Pontevedra y Lugo. Ourense y el municipio de Boborás mantienen las medidas impuestas hace más de tres semanas. En todas las áreas se restringen las reuniones a cinco personas convivientes. Estas medidas, que afectan al 45% de la población gallega (1,2 millones), se revisarán el próximo martes.

Con Galicia, son 14 las comunidades (más Melilla y Ceuta) que han optado por confinar una amplía parte de su territorio o en su conjunto. Las únicas autonomías que no han adoptado estas medidas son Canarias, Baleares y Extremadura, que sí ha decidido restringir los aforos.

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