El ocio nocturno ha originado 30 brotes con más de 1.100 contagios
Emergencia sanitaria
En las últimas semanas la edad media de los infectados ha bajado de 61 a 37 años
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Los datos de la evolución de la epidemia en España avalan las restricciones que los gobiernos autonómicos han adoptado sobre el ocio nocturno (tanto bares de copas y discotecas como botelones). De los 483 brotes activos en este momento, solo 30 se han producido en estos espacios, un número muy reducido respecto al total de focos, pero con una afectación muy grande: más de 1.100 personas se han infectado y miles de personas permanecen aisladas en sus domicilios en su condición de contactos de un caso.
El sector del ocio nocturno clama ante lo que considera un situación injusta con graves repercusiones económicas, pero la realidad que dibujan los datos sanitarios muestra que el incremento de nuevos casos que se registra en las últimas semanas (1.229 en 24 horas, 13.391 diagnosticados en los últimos 7 días) y que tiene en jaque a los responsables de salud pública tiene su origen en las actividades nocturnas. Controlar estos focos y concienciar a los jóvenes son, en este momento, las claves para evitar una segunda ola (transmisión comunitaria descontrolada que afecte a una parte importante de España).
Simón, optimista
El 60% de los positivos no tienen síntomas, por lo que Simón cree que la situación es buena pese al aumento de casos
Así lo indicó ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, quien informó que el 75% de esos 483 brotes actuales tienen menos de 10 casos. El 25% restante (120) son los que más preocupan a las autoridades sanitarias porque suponen un riesgo de transmisión comunitaria. 90 de ellos, con 760 casos, se han registrado en el ámbito familiar; muchos, sí, pero fácilmente controlables para los rastreadores. El problema son esos 30 brotes relacionados con el ocio nocturno que implican a tantas personas es que es muy probable que algunos casos no sean localizables.
Los brotes vinculados al ocio nocturno explican también la reducción de la edad media de los infectados: de los 61 años de marzo o abril a los 43 de las últimas semanas. Más recientemente, la edad media se ha reducido aún más, a 37 años. Esto explica, según el epidemiólogo, que los síntomas de la Covid sean más leves al afectar mayoritariamente a personas sanas. Eso no quiere decir que entre las 25 personas que están actualmente en la UCI y los 438 hospitalizados no haya jóvenes. Otra consecuencia es el descenso de la letalidad: se ha reducido ahora al 0,4% (desde el inicio de la epidemia, la letalidad es del 10%, lejos del 15% que se llegó a alcanzar).
Simón niega que por el momento haya presión en los hospitales, aunque reconoce que Aragón puede tener problemas puntuales. Ya se está estudiando cómo ampliar las camas y si es necesario trasladar a pacientes de un hospital a otro, incluso de diferente comunidad.
Pese a que el número de casos se está incrementando, lo que genera una gran incertidumbre en la población, Simón cree que la situación es buena (aunque “todo puede cambiar de un día a otro”, reconoció”) aunque haya transmisión comunitaria en algunos territorios, como Catalunya y Aragón. La explicación es que el sistema está detectando entre el 60% y el 70% de los casos (en marzo o abril, eran el 10%), especialmente a los asintomáticos, que representan alrededor del 60% del total. Esta cifra es especialmente importante porque significa que se aísla a personas que, si no fuera por ser contactos de infectados, estarían en la calle (el 39% de los asintomáticos desarrolla poco después síntomas).
Esto se explica por el esfuerzo diagnóstico de las comunidades, especialmente de Catalunya, Aragón y Navarra, en gran parte porque son las que han sufrido más brotes desde que se inició de la nueva normalidad (de la que ayer se cumplieron 40 días).
Por ello, Simón no cree que estemos en una segunda ola de la epidemia. Y puede que no llegue si, como explica el director del CCAES, se refuerza el sistema de detección y la población mantiene el nivel de concienciación.