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Familia de bar: tres hosteleros de Madrid nos cuentan su experiencia post-confinamiento

#SOMOSFAMILIA

Para sus clientes, Iñigo, Fernando y José son mucho más que los dueños de su bar de confianza: son parte del barrio y de la familia

Por primera vez, las icónicas marcas de Mahou San Miguel, Cervezas Alhambra, Mahou, San Miguel y Agua Solán de Cabras se unen en el proyecto de apoyo a la hostelería #SomosFamilia

Es 14 de marzo y las calles de Madrid comienzan a quedar desiertas. Nuestros bares y restaurantes de confianza -esos que hasta entonces habían formado parte de cada momento importante de nuestras vidas- echaban el cierre. Y detrás de cada puerta, la historia de una familia; de un hostelero. Tres meses después, la vida rebrota en las calles de nuestras ciudades y volvemos a respirar. Y también lo hacen ellos. Pero con un nuevo aprendizaje común: que esos bares y restaurantes son un eje esencial de nuestra vida social, nuestro arraigo cultural y nuestra forma de vida.

Un brindis por el Brindis

Así lo vivieron muchos vecinos y habituales de la zona de Goya, en la capital. Así como los miles de visitantes que cada semana llegan a las inmediaciones del WiZink Center de Madrid. El Brindis Bar (Jorge Juan, 102) y la Azotea del Brindis (Goya, 82) ya no servían más cañas. José Tomás, su fundador, se veía obligado a cerrar el grifo de San Miguel. Y con ello, su fiel clientela cerraba también el cupo de brindis con amigos, aperitivos y celebraciones en familia. “Me llamó la atención el silencio de las calles, tan desérticas que se respiraba melancolía”, recuerda José. “No tardé en echar de menos las rutinas más básicas, como tomar una cerveza con los clientes, recibir a los proveedores, los amigos… No te sabe igual en casa”.

La Azotea del Brindis vuelve a abrir sus puertas

Pero hace ya un mes que la Azotea del Brindis pudo volver abrir y desde entonces no ha parado de notar el calor de clientes, proveedores y amigos. “Empezamos con una locura desmedida. Todo el mundo ha sido más humano, más sensible con la situación… ¡hasta dejando mayores propinas!”, nos cuenta con una sonrisa. “Desde Mahou San Miguel, fueron los primeros en remover conciencias con la iniciativa #SomosFamilia. Nos han ofrecido productos higiénicos para cumplir con las medidas sanitarias, han estado pendientes con llamadas para saber cómo vamos y cuándo abríamos… Hemos tenido una sensación de amistad en el sector muy buena”.

Y no parece para menos: Cervezas Alhambra, San Miguel, Mahou y Agua Solán de Cabras, se han unido desde el comienzo del confinamiento en un proyecto de apoyo total a los hosteleros que, bajo el lema #SomosFamilia, se ha materializado en una aportación extraordinaria de cerveza y agua mineral natural que supondrá para los hosteleros una facturación estimada de 75 millones de euros. Pero no solo: las llamadas, los mensajes y las campañas de concienciación que nos han recordado la importancia de nuestros bares han sido los gestos que más han agradecido hosteleros como José Tomás.

Madariz, Madariz, Madariz (…)

Algo muy parecido a los que nos cuenta otro maestro de la barra que, a tan solo unos metros y en plena Avenida de Felipe II de Madrid, abría hace 14 años Madariz. Uno de esos bares de barrio al que peregrinar en busca de cañas bien tiradas, amigos y familia reunida. “Nunca habíamos estado tanto tiempo cerrados. Nosotros abrimos los 365 días del año y he tenido una sensación muy extraña. No sabías a qué atenerte, el tiempo que iba a durar (…)”, nos cuenta Fernando Hernández, su propietario. Hace unas semanas, y con las pertinentes medidas de aforo, el Madariz volvía a rugir.

Una situación complicada que, tal y como nos cuenta Fernando, se ha visto muy suavizada por las constantes muestras de apoyo de amigos, clientes y compañeros del sector. “He estado en contacto con los clientes por email. Los vecinos del barrio y trabajadores de oficinas cercanas se han interesado mucho por cómo estábamos. Pero también he notado el aliento y apoyo de los comerciales de Mahou San Miguel y otros proveedores. Estoy muy contento con cómo se ha portado con nosotros”.

Para él y otros muchos compañeros del sector, se abre ahora una nueva etapa. Este mes volverán ya las terrazas sin restricciones de aforo y también las ventas para los que, como Fernando, hacen que volvamos volver a disfrutar. “He presenciado gente que llevaba meses sin verse y que han quedado en nuestra cervecería. Imagínate el entusiasmo que demostraban las familias y los amigos”.

‘Cinco Sentidos’ para volver a la normalidad

Muy cerca de allí, también ha reabierto sus puertas un pequeño restaurante de cocina mediterránea que recibió el Premio Nacional de Hostelería en 2015. Después de ocho años dando de comer, el chef de Cinco Sentidos, Iñigo Arozarena, también ha vivido estos meses una situación excepcional. “Cerramos una semana antes del confinamiento porque ya nos empezaron a anular reservas. Al principio lo vivimos todo con mucha incertidumbre pero empezamos a hacer comida para llevar prácticamente desde el primer día. Pusimos en marcha una carta para llevar”, nos cuenta orgulloso. “Nos ha respondido mucha gente. Ha sido un gesto bonito por parte de los clientes”.

Nos cuenta que enviaban, cada semana, el menú aprovechando la newsletter que envían a sus clientes habituales. Y la respuesta, una vez más, fue unánime. Además, y al igual que sus compañeros de profesión, se adhirieron a Rentabilibar, un proyecto de Mahou San Miguel por el que han podido acceder a contenidos en abierto, consejos, formación, y recibir asesoramiento legal. “La verdad es que ellos han sido el proveedor que más se ha volcado con los hosteleros, no solo con la aportación extraordinaria de producto, sino ofreciendo apoyos a nivel de gestoría durante un año”, nos cuenta Iñigo.

A diferencia del Madariz y el Brindis, Cinco Sentidos no abrirá con total normalidad hasta septiembre. Aunque quieren seguir haciendo sus aclamados brunch, cenas degustación y menús a mediodía. Y poco a poco, seguir formando parte de la familia que les lleva tanto tiempo arropando. “Tengo a gente que te llama y está deseando ir a comer. Con un restaurante pequeño y tan cercano creo que saldremos adelante. Saldremos fortalecidos”.

#SomosFamilia: la unión de Cervezas Alhambra, San Miguel, Mahou, y Agua Solán de Cabras.

Desde el inicio de la pandemia, Mahou San Miguel se volcó en el apoyo a la hostelería a través de distintas iniciativas. La más importante hasta ahora, la aportación extraordinaria de producto (cerveza y agua mineral natural) que supondrá para los hosteleros una facturación estimada de más 75 millones de euros. Una ayuda que va encaminada a impulsar a los negocios hosteleros en su reapertura, haciendo que puedan reiniciar su actividad con menores costes.

Un objetivo, el del apoyo a la hostelería, prioritario desde siempre para el grupo cervecero. Por eso -y para materializar esta ayuda- sus cuatro marcas icónicas -Cervezas Alhambra, San Miguel, Mahou, y Agua Solán de Cabras- se han unido, dejando atrás el 80% de sus planes previstos inicialmente para este año y volcándose con nuestros bares y restaurantes.

Bajo el lema #SomosFamilia, nos cuentan, quieren expresar esa idea que tan clara tienen Fernando, Iñigo y José: que la hostelería forma parte de la familia Mahou San Miguel y, como las familias están para apoyarse en lo bueno y lo malo, es el momento de ayudarles. Una iniciativa que quiere poner el foco en las personas que trabajan juntas para ayudar a otras personas. La suma de los trabajadores de la compañía, pero también de los hosteleros, de los proveedores, los distribuidores y, por supuesto, todos los que cada día también somos familia de bar.