La población del lince ibérico sigue aumentando en la Península. El número de ejemplares en libertad supera los 800 linces, según las estimaciones de WWF referidas a los censo de finales del año 2019, aunque otras fuentes oficiosas cercanas a la Junta de Andalucía cifran esta cantidad en unos “unos 800” ejemplares. Los datos oficiales se podrán conocer en unas semanas.
Las cifras, en cualquier caso, apuntan a un nuevo incremento respecto al año 2018. Los censos oficiales del 2018 concluyeron con 686 linces en libertad, a los que se unen los animales que están en los cuatro centros de cría en cautividad, de donde salen para ser reintroducidos.
Corredores biológicos
Los promotores de la recuperación esperan contar con la ayuda comunitaria
Hay que tener en cuenta que cuando se iniciaron los planes para recuperar esta especie solo había 94 ejemplares (2002) repartidos entre Sierra Morena y Doñana.
Es decir, su número podría haberse multiplicado casi por 9 en 17 años.
“Seguimos avanzando. Los planes han sido un éxito indudable. La mejora ha sido superior a lo previsto; pero ahora nos falta un nuevo proyecto Life europeo para continuar esta línea”, declaró Ramón Pérez de Ayala, experto del programa de especies de WWF España. Esta es uno de los 21 socios que han colaborado en la protección del lince (Ministerio, Junta de Andalucía, asociaciones…).
El número podría haberse multiplicado casi por 9 en 17 años
La población del lince se reparte en los territorios histórico de Doñana (Huelva y Sevilla) y sierra de Andújar (Jaén), a los que se unen las poblaciones de Guadalmellato (Córdoba) y Guarrizas (Jaén), en Andalucía, y los núcleos de reintroducción fuera de esta comunidad: Val do Guadiana en Portugal, Matachel (Badajoz), Montes de Toledo y Sierra Morena Oriental (Ciudad Real).
Foto de la reciente camada de Ciudad Real
En los últimos tiempos, las buenas noticias que ofrece el lince se han visto empañadas por el estancamiento demográfico en las zonas de Andújar y Doñana, sobre todo debido a la falta de conejos (diezmados por la enfermedad hemorrágico-vírica), la presa básica del lince. La escasez del conejo de monte ha hecho que se hayan tenido que hacer refuerzos con conejos en Doñana y Andújar, para evitar el declive de estas poblaciones.
La población aumenta globalmente pero en los últimos tiempo se ha estancado en Doñana y la zona de Andújar
En Andújar, la escasez de conejos es muy determinante; aunque mueve algo al optimismo el hecho de que se mantenga el número de hembras reproductoras.
Los atropellos en las carreteras siguen siendo una lacra de esta especie.
La propuesta la CE
Los diferentes actores han presentado la solicitud a la UE para poner en práctica un nuevo programa Life+Iberlince.
Camada de Ciudad Real
Su objetivo sería consolidar las zonas de asentamientos actuales y crear nuevas áreas de colonización con linces.
Se pondrá énfasis en conectar los territorios y en hacer permeables las infraestructuras. Se quiere robustecer los núcleos de fuera de Andalucía y, sobre todo, garantizar un cruce natural de ejemplares para que haya un flujo genético que evite la intervención humana.
Ahora se hace una selección genética de los ejemplares criados en cautividad, que son escogidos pensando en los más idóneos para ser soltados en el territorio.
Ejemplares nacidos en Ciudad Real
Mientras, WWF ha detectado, mediante fototrampeo, la primera camada de lince ibérico en libertad nacida este año en Ciudad Real. El lugar de cría es el espacio de observación denominado Territorio Lince. Es la cuarta camada que nace en este lugar. En esta ocasión han nacido cuatro cachorros, aunque uno de los ejemplares nacidos ha fallecido.La lince Odrina, hija de Mesta y Milvus, ha vuelto a tener cachorros en el mismo sitio donde ya nacieron sus hijos Queen y Quijote el año pasado y donde nació ella misma.