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Vergés admite que Catalunya tiene 25 residencias en situación crítica

Emergencia sanitaria

Una tercera parte de los 9.000 fallecidos son ancianos en geriátricos

Una trabajadora en una residencia ya intervenida por la Generalitat

EFE

El estado de las residencias de ancianos en Catalunya está lejos de normalizarse. El Govern, de quien depende la gestión de las residencias, ha anunciado que procederá a destituciones de las direcciones de centros, reubicación de usuarios y desinfección de los edificios en, al menos, 25 residencias que se encuentran, según admite, en “situación crítica”. Y en cinco centros se está elaborando aún el informe de salud pública para decidir que tipo de intervención procede.

Esta es la punta del iceberg, pues 122 residencias se encuentran en una “situación compleja” según calificó la consellera de Salud, Alba Vergés, en la rueda de prensa posterior a la reunión diaria del Plan de Protección Civil de Catalunya (Procicat).

La complejidad de la situación viene dada por la falta de recursos, personal y material, y por la necesidad de desinfección. Pero también por los 8.000 ancianos infectados y otros 14.000 sospechosos de estarlo. Unos mil residentes se encuentran en la UCI.

La conselleria ha dado orden de traslado, en las últimas 24 horas, a 103 ancianos de sus residencias habituales a otros centros de atención que Vergés no precisó. Asimismo, unos 583 ancianos se han trasladado a las viviendas de sus familiares. En las residencias de ancianos catalanas han fallecido desde el inicio de la pandemia del coronavirus un total de 2.494 personas.

Entre las actuaciones previstas para controlar la situación, la Conselleria de Salut ha destinado 23.371 tests PCR a las residencias, 10.600 entre el 14 y el 19 de abril, y ha aumentado las desinfecciones que en total ya suman 336, de las que 272 se han producido en los últimos 15 días. Asimismo, ha delegado en 18 personas de la administración catalana el control de la situación de las residencias, en coordinación con la atención primaria y salud pública.

El Govern prepara el plan de desconfinamiento de la población en el que Vergés ha defendido la necesidad de un cribado de la población para determinar las personas susceptibles de enfermar, los ya infectados y las recuperadas de la Covid-19.

La responsable de Salut destacó que el aumento de los cribados y el nuevo recuento de fallecidos han hecho variar las cifras pero que ello no supone un cambio de tendencia. Y apuntó que se podrá desconfinar a medida que se controle la epidemia. “Por eso necesitamos aumentar la capacidad de hacer pruebas”.

El objetivo es que la transmisión comunitaria no termine colapsando la capacidad asistencial de las unidades de curas intensivas (UCI). En este sentido, la consellera detalló que hay 1.016 camas de UCI ocupadas de las 1.830 existentes, lo que supone el 68 % de la capacidad total. El sistema sanitario vive aún “en tensión” debido a la incertidumbre de la epidemia, afirmó.

La consellera de Presidència y portavoz del Govern, Meritxell Budó, también se refirió, en la misma rueda de prensa, al informe encargado por el Govern al investigador Oriol Mitjà, defensor de un pasaporte inmunitario para el plan de desconfinamiento. El president de la Generalitat, Quim Torra, aludió el domingo a este pasaporte que no aparece en el informe.

La consellera señaló que se está analizando como en otros países de Europa, que tampoco han llegado a ninguna conclusión.

Budó también ha celebrado la “rectificación” del Gobierno central sobre permitir la salida a la calle de menores de 14 años, que al principio limitaba a salidas para ir a comprar o al farmacia. A su juicio, la ciudadanía ha demostrado un “compromiso absoluto” con las restricciones que se han aplicado por el coronavirus, por lo que cree que con esta nueva medida la población continuará colaborando con responsabilidad.