La icónica revista The New Yorker dedica la ilustración de su última portada, a cargo de Chris Ware, a quienes han sido calificados como los héroes de la pandemia del coronavirus , el personal médico, con un diseño que pone de manifiesto que este sector de la sociedad, tan expuesto a la enfermedad, también tiene familia e hijos.
El dibujo, titulado Bedtime (La hora de dormir) muestra un pasillo hospitalario repleto de médicos y enfermeras en acción, ataviados con las batas, guantes y mascarillas quirúrgicas característicos de esta epidemia, mientras uno de ellos le da las buenas noches a su marido e hijos a través de la pantalla de un teléfono móvil.
La hija de Ware, de 15 años, le sugirió plasmar la realidad de los profesionales sanitarios
Un artículo explicativo de la publicación, con quien Ware colabora desde 1999, expone el proceso creativo del autor, que en este caso se vio ayudado precisamente por su hija. “Como táctica de procrastinación, a veces le pregunto a mi hija de 15 años sobre qué debería ser el cómic o el dibujo sobre el que estoy trabajando”, comenta Ware. “No sólo porque me permite alejarme de mi mesa de dibujo, sino porque, como muchos niños de su generación, ella presta atención al mundo”. El estadounidense Chris Ware (Nebraska, 1967) es autor de obras como Fabricar historias o la reciente Rusty Brown.
“‘Asegúrate de que sea sobre que la mayoría de médicos tienen hijos y familias propias’”, le dijo al dibujante su hija. “Mientras algunos nos preocupamos por lo que ver en Netflix, un inquietante embiste de artículos, ensayos, y entrevistas con médicos describe lo que afrontan en las próximas semanas”, dice.
La portada ha recibido una buena acogida en las redes sociales, ya que sale a la luz en el momento en el que se celebra el Día Nacional del Médico en EE.UU., el segundo en la lista de los “trending topics” de Twitter del día.
Los usuarios describieron la pieza de Ware como “icónica” o “fantástica”, mientras que otros opinaron que “hay que tener el corazón de piedra para que esta portada no te emocione”. “Muchos de nosotros hemos dado las buenas noches a través de Facetime a nuestros hijos desde la sala de un hospital como sucede en esta oportuna obra de arte”, dice en Twitter la doctora Adrienne Hoyt-Austin.