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Urkullu admite errores en la crisis del vertedero y pide disculpas

El lehendakari responsabiliza de la “tragedia” a la empresa propietaria

Los equipos de extinción lograron ayer apagar los frentes del incendio en el vertedero de Zaldibar

Miguel Toña / EFE

La primera referencia autocrítica llegó tras cuatro horas de comparecencia. El lehendakari Iñigo Urkullu defendió ayer ante el Parlamento vasco su gestión de la crisis del vertedero de Zaldibar (Bizkaia) y culpó a la empresa propietaria de la instalación, Verter Recycling, de la “tragedia”. El Gobierno vasco, subrayó, “actuó de inmediato, con la urgencia debida y con todos los medios al alcance”. Sólo al final de una jornada maratoniana admitió que su Ejecutivo tiene parte de responsabilidad en el derrumbe: “Los mecanismos de control no han sido suficientes”. En una declaración conjunta con los consejeros de Seguridad, Medio Ambiente, Salud y Trabajo, Urkullu respondió a las críticas de la oposición por la “falta de transparencia y liderazgo” al abordar la situación creada el pasado día 6 con el colapso de la escombrera, que sepultó a dos trabajadores y ha provocado una alerta sanitaria por niveles de dioxinas y furanos “hasta 50 veces por encima” de lo normal.

El lehendakari recalcó que su Ejecutivo constituyó una “mesa de crisis nada más recibir la noticia” que se reunió por primera vez tres horas después del derrumbe. “Nadie lo podía prever”, dijo, a pesar de que operarios del vertedero ya alertaron los días previos a la tragedia de la presencia de grietas en la estructura.

“Nos hemos encontrado ante una situación excepcional, impredecible y de urgencia”, asegura

Además de insistir varias ocasiones en que la “prioridad” es encontrar a los dos desaparecidos y “garantizar la seguridad y salud del equipo de rescate y los vecinos” de las localidades circundantes, Urkullu enfatizó que la “responsabilidad” de su Gobierno es también que la “justicia decida con todos los elementos posibles”. Un juzgado de Durango ya ha abierto diligencias previas y el Ejecutivo vasco, que se personará en la causa por un delito ambiental y laboral, ha incoado “expedientes sancionadores” a Verter Recycling.

El presidente vasco señaló directamente a la empresa: “No me cansaré de repetir que nos hemos encontrado ante una situación excepcional, impredecible y de urgencia, y que la Administración actúa de forma subsidiaria”. Por otro lado, indicó que ha mantenido un “contacto permanente” con las familias de los desaparecidos, que “han recibido información veraz desde el primer día”, y lamentó los “errores” que su Gobierno “ha podido cometer”.

La oposición, en bloque, denunció el “descontrol” del Ejecutivo y su “falta de transparencia”. EH Bildu censuró que el lehendakari dé explicaciones “tarde y obligado” de lo que calificó como una “crisis de salud”, de “credibilidad” y un “grave desastre ecológico”. Podemos criticó que el derrumbe es “una acumulación en serie de negligencias administrativas”, mientras que el PP afeó que el Gobierno haya intentado “escurrir responsabilidades”.

Por su parte, la titular del departamento de Salud, Nekane Murga, explicó que las recomendaciones sanitarias se basan en el “principio de precaución” y que “no hay una situación de alerta”. El consejero de Seguridad, Iñaki Arriola, aseguró que “no había indicio alguno” de que pudiera producirse un derrumbe y que, en la última inspección, de julio, se recogieron 23 desviaciones leves que no guardan relación con el colapso de la estructura o con “problemas de estabilidad”.

En el vertedero, ayer fue una jornada clave ya que se consiguieron extinguir los principales frentes del incendio provocado por la combustión de metano, lo que reducirá los niveles de partículas tóxicas en el aire. La alerta sanitaria, eso sí, se mantendrá por lo menos hasta mañana, cuando se conocerán los nuevos resultados de dioxinas y furanos. Un retén de bomberos permanecerá en la zona para evitar que se reaviven las llamas. Además, la Agencia Vasca del Agua detectó amonio y metales en ríos cercanos al vertedero aunque recalcó que el agua del grifo se puede consumir “con normalidad”.