“Por favor, cuidad de mis hijos”, el mensaje de una pasajera de Air Canada dentro del avión
El piloto los despidió llorando
Helena González escribió un watsap a su marido mientras sobrevolaba durante cuatro horas Madrid con una nave estropeada
Así quedaron rueda y motor del avión que aterrizó de emergencia en Barajas
Helena es una de las 130 pasajeras que el pasado lunes viajaba a bordo del Boeing 767-300 con destino Toronto y que pasó cuatro angustiosas horas sobrevolando el cielo de Madrid con un nave averiada. Esta española ha narrado lo que vivió y sintió hasta que finalmente el avión de Air Canada pudo hacer el aterrizaje de emergencia , sin problemas, aunque el avión sufrió numerosos desperfectos. La pasajera ha dado curiosos detalles de su impactante experiencia en los micrófonos de El Mon a RAC1 .
La española Helena González tenía previsto volar a Canadá por trabajo cuando se vio atrapada en un avión con el tren de aterrizaje roto. Está casada y tiene dos hijos, por lo que su principal pensamiento en este angustioso momento fue para ellos. “Por favor, cuidad de mis hijos”, escribió González a su marido. Y es que sorprendentemente, los pasajeros del Boeing 767-300 se podían comunicar con su familia: Volábamos tan bajo que pillamos cobertura 3G y empezamos a whatsapear”, ha detallado la pasajera. González cree que la tripulación no les hizo apagar los teléfonos “para no ponernos más nerviosos”.
La cara y la cruz de tener cobertura fue poder comunicarse con sus familias pero también recibir información exterior nada tranquilizadora: “Nos salían alertas: Todos los hospitales de Madrid preparados para atender a los pasajeros”, explica la viajera
Cuatro horas sobrevolando Madrid
Volaban tan bajo que veía a la gente correr en El Retiro
A pesar de la traumática experiencia que le ha tocado vivir, González ha explicado lo que sintió a bordo del avión las cuatro horas sobrevolando Madrid sin dramatismo. “Era increíble, volamos a altura de helicóptero, veía a gente correr en el parque del Retiro”, describe.
Además de la incertidumbre de qué pasaría, las maniobras que se realizaron durante las cuatro horas que estuvieron sobrevolando Madrid para quemar combustible y llevar a cabo así un aterrizaje de emergencia con menos riesgos, dispensaron a los 130 viajeros momentos de tensión sacados poco menos que de una película de acción. Uno de ellos, explica la viajera, se produjo cuando un avión militar sobrevoló al lado del Boeing 767-300 para valorar el estado del avión. Les habían avisado de que se iba a acercar el caza, pero su presencia “no me tranquilizó”.
“Bienvenidos a Barcelona”
El piloto los despidió llorando
El vuelo comercial ACA837 con destino Toronto había despegado a las 12.55 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, pero retrasó la salida hasta las 14.57. Y apenas media hora después, la tripulación contactó con la torre de control para informar de una incidencia durante el despegue y pidiendo permiso para un aterrizaje de emergencia. Lo pudieron hacer cuatro horas después ante la alegría de los 130 pasajeros. El temido aterrizaje se realizó finalmente con “suavidad”, detalla la pasajera. Y cuando por fin tocaron tierra “nos abrazamos todos”, relata. Los comprensibles nervios del momento dejaron una anécdota simpática, ya en tierra firme, cuando la tripulación lanzó el mensaje de “Bienvenidos al aeropuerto de Barcelona”… en realidad estaban en Madrid.
En el momento de la salida del pasaje del avión, hacia las nueve de la noche, el piloto, que cargó con la presión del momento, se puso a la puerta de la nave para despedir a los pasajeros: “Lo tocábamos como si fuera la Virgen de Lourdes. Lo abrazamos y él lloraba”, relata Helena.
A pesar del terrible momento vivido, Helena asegura que siempre pensó que “no nos podíamos morir en el avión”. Su predicción, afortunadamente, fue acertada.