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Berlín borra como hijo ilustre a Hindenburg, quien nombró canciller a Hitler

ALEMANIA NAZISMO

Berlín, 31 ene (EFE).- El Parlamento regional de la ciudad-estado de Berlín eliminó de su lista de hijos ilustres a Paul von Hindenburg, el presidente alemán que el 30 de enero de 1933 nombró a Adolf Hitler canciller del Reich al frente de una coalición de diversas fuerzas conservadoras.

La supresión de Hindenburg fue aprobada con los votos del tripartito que gobierna en la ciudad-estado y capital -Partido Socialdemócrata (SPD), Verdes y La Izquierda-, y las críticas de la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU).

El voto se produjo coincidiendo con el aniversario de la llegada al poder de Hitler, hace 87 años. Su partido nacionalsocialista (NSDAP) había obtenido en las elecciones parlamentarias de noviembre de 1932 un 33,1 %, un descenso respecto al 37 % logrado en los anteriores comicios generales.

Con ese resultado y aliado a varias formaciones conservadoras llegó al poder. A juicio de algunos historiadores, Hindenburg y otros conservadores le respaldaron creyendo que, una vez convertido en canciller, podrían manipularlo.

En lugar de eso, se precipitó la llamada "Machtergreifung" (Toma de poder). Tras el incendio del Reichstag, en febrero de ese año, del que el gobierno de Hitler culpabilizó a un joven comunista holandés, Hindeburg firmó el decreto que suspendía derechos fundamentales democráticos.

Hitler obtuvo así carta blanca para lanzarse a la persecución brutal de sus adversarios políticos; se convocaron nuevas elecciones dos meses después, en que el partido nazi se disparó al 47 %. Se celebraron tres comicios en apenas ocho meses, con Hitler fortalecido y decidido a eliminar el parlamentarismo.

Hindenburg, héroe militar de la I Guerra Mundial, había sido elegido presidente de la República de Weimar en 1925 y se mantuvo en el puesto hasta su muerte, en 1934, con la maquinaria nazi ya plenamente instalada en el poder.

La moción para suprimirlo como hijo ilustre de la ciudad se basaba en el argumento de que contribuyó a "destruir la democracia" y a instalar en su lugar una dictadura. Desde la CDU se consideró esta apreciación como "falta de rigor histórico" y se recordó que los socialdemócratas habían respaldado su reelección, en 1932. EFE