Empieza la subasta política de ayudas tras el paso devastador de la gota fría
Inundaciones
La Junta de Andalucía se adelanta y anuncia una partida urgente de 10 millones
La gota fría que ha devastado el sureste peninsular desde el miércoles remite pero sus efectos continúan causando estragos en el área del Mediterráneo, donde afectados y administraciones han comenzado a evaluar los destrozos en la zona. Pese a la remisión, todavía existe riesgo de crecidas del río Segura.
Aunque las fuerza de las lluvias se ha debilitado, la descarga de agua de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en las últimas jornadas ha obligado a realizar nuevas evacuaciones ante las inundaciones y daños, y a mantener cerradas varias vías de comunicación. Por otra parte, la Guardia Civil busca a un ciudadano holandés que, según su familia, fue arrastrado por la corriente de agua en la acequia Mayayo del municipio alicantino de Dolores. De fallecer, sería la séptima víctima causada por el temporal.
Ayer se mantuvieron en aviso amarillo 14 provincias del centro peninsular mientras el episodio de lluvias torrenciales castigaba a Arganda (Madrid), donde las principales vías del municipio quedaron inundadas y convertidas en un río de barro y hubo cortes del metro.
Con la lenta desactivación del fenómeno, también ha llegado el desfile de políticos a las zonas afectadas y la carrera por avanzar las ayudas ante la opinión pública. Aun cuando no se han cuantificado los daños, el primero en anunciar una reserva en el presupuesto de su gobierno fue el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien aprovechó su visita dominical a Alhaurín El Grande (Málaga) y a Almería para decir que este martes su Ejecutivo aprobará una partida de 10 millones de euros para las localidades andaluzas afectadas que, según sus cálculos, son 133.
Poco después de que Moreno comunicara su decisión, el presidente valenciano, Ximo Puig, quien también se desplazó a las áreas alicantinas más castigadas, afirmó que este viernes su gobierno también aprobará un plan de ayudas, cuya cuantía no concretó. Un total de 130 técnicos irán a la Vega Baja y la Vall d’Albaida: allí los daños por el desbordamiento del Segura son cuantiosos y los técnicos deben evaluarlos y decidir si las personas desalojadas pueden regresar a sus casas.
Un ciudadano holandés permanece desaparecido tras ser engullido por una acequia en Alicante
Quien también estuvo ayer en las zonas afectadas de Alicante y Murcia fue la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles. La ministra se comprometió a mantener la ayuda de las fuerzas armadas “hasta el final”. Un despliegue inédito militar de profesionales y vehículos, camiones, embarcaciones, drones y helicópteros tratan de auxiliar a las personas afectadas y de paliar las consecuencias del temporal. Asimismo, el Ministerio del Interior anunció ayer que ha activado el convenio que tiene con Cruz Roja en la Comunitat Valenciana y que se suma a los efectivos de protección civil ya movilizados por dicha oenegé junto con la Generalitat.
Durante la madrugada del domingo, unas 1.500 personas tuvieron que ser desalojadas de un camping de Crevillente (Alicante) a causa de una crecida de aguas: de ellos, 310 fueron realojados provisionalmente en el interior de dos polideportivos del municipio. Poco después la Guardia Civil evacuó un camping cercano de la localidad de Guardamar debido al riesgo de una avenida de agua. A estos incidentes se sumó una nueva rotura en la mota del río Segura que ha venido a añadirse a una anterior en el puente que une Algorfa a Almoradí, también en Alicante.
Hasta allí se desplazaron dos equipos especializados del Ejército, que ha reforzado la presencia de efectivos en las zonas afectadas con 200 soldados más –hasta los 1.400– para avisar a la población de que evacuen y localizar a los ciudadanos con movilidad reducida para subirlos a pisos altos. En la Comunidad Valenciana permanecían cerradas una veintena de carreteras, aunque el suministro de luz se ha restablecido en Almoradí y Dolores ha recuperado el servicio de telefonía.
Se calcula que el río Segura ha vertido al mar unos 51 hectómetros cúbicos en este episodio de gota fría, una cantidad que equivale a unas 20.500 piscinas olímpicas.