Loading...

Desahucian a un matrimonio de ancianos y su hijo los abandona en un bar

Indignación en Argentina

La pareja dijo a los dueños del establecimiento que estaban de mudanza y esperaron durante horas a su vástago, pero nunca llegó

Buscan a una pasajera de un crucero que podría haber caído al mar en Menorca

Hilda y Hugo, el matrimonio de ancianos que fue abandonado por su hijo en un bar

Clarín

Hilda, de 86 años, y Hugo, de 92, fueron abandonados por uno de sus hijos en un bar de Rosario, provincia de Santa Fe, en Argentina. El joven los dejó allí y los dueños del bar los llevaron a la policía para ayudarlos a contactar con algún familiar.

El hijo, de quien no se sabe el nombre, vivía con sus padres, pero fueron desahuciados la mañana del miércoles por la inmobiliaria por falta de pago del alquiler. Ese mismo día, los llevó en un taxi a un bar para que almorzaran tranquilos y siguió su camino.

Hugo, que se moviliza con ayuda de un bastón, llevaba con él algunas bolsas, producto de la mudanza improvisada. Pero el tiempo transcurrió y el hijo nunca volvió a buscarlos. Una de las camareras, preocupada e impaciente, les preguntó a ambos si necesitaban ayuda. “Estaban esperando a que llegara uno de sus hijos”, contó Gabriel, el encargado del local gastronómico, a Canal 5 de Rosario.

Hugo e Hilda no tenían móvil ni ningún número para llamar. “Lo único que decían era que estaban esperando al hijo y que estaban de mudanza”, señaló Gabriel. Luego de varias horas, los trabajadores del lugar llamaron a la policía.

Los agentes llevaron a la pareja a la seccional e hicieron una investigación, en la que muchos vecinos ayudaron. Aportaron datos y fueron hasta la casa de la que habían sido desahuciados, pero no había rastros del hombre.

“Mi hermano, de acuerdo a lo que me dijo mi mamá, los dejó en un bar para comer y después no apareció más”

Alrededor de las 20 de ese mismo día, dieron con el paradero de su otro hijo, llamado Raúl. “La policía me notificó que tenía que venir a buscarlos. Yo estaba en cama, porque estoy en rehabilitación”, contó el hombre visiblemente consternado.

Y siguió: “Mi hermano, de acuerdo a lo que me dijo mi mamá, los dejó en un bar para comer y después no apareció más”. El hombre admitió que tenía conocimiento “muy por encima” de la mala situación económica que atravesaban sus padres y su hermano.

Sin embargo, aclaró que quiso ayudar “y no me dejaron”. “Algo sabía por la inmobiliaria, porque se comunicaban conmigo. Aparentemente la inmobiliaria dijo basta, hasta aquí llegamos, y tuvieron que sacar los muebles y se quedaron en la calle”, afirmó.

Consultado sobre los meses que adeudaban, dijo que lo único que sabía era que estaban “achicando” gastos, y agregó que no tenía relación con ellos. Incluso contó que hace 15 días, cuando estaba ingresado, le pidió a uno de sus hijos que fuera a ver a sus abuelos: “Pero como no tienen portero automático, porque se estropeó, no pudo entrar. Y yo no tenía llave del departamento, del edificio ni nada”.

Raúl, antes de romper a llorar, dijo que sus padres dormirán en su casa.

El matrimonio dormirá en casa de su otro hijo