El ataque de asma que dejó un párpado a punto de explotar
Medicina
Un chico de 14 años de Carolina del Norte sufrió la sorprendente hinchazón en el ojo como consecuencia de tener aire en el espacio medio de la caja torácica
Un niño de 14 años con antecedentes de asma se presentó en urgencias porque llevaba 24 horas con tos y pitidos ininterrumpidos. No era nada fuera de lo normal, aunque su saturación inicial de oxígeno era de apenas el 83% y el examen físico presentó importantes sibilancias, además de que el niño estaba utilizando músculos accesorios de ventilación.
Los médicos del UNC Health Care, el sistema médico sin fines de lucro que es de propiedad estatal y tiene su sede en Chapel Hill, en la Universidad de Carolina del Norte, le ingresaron en el hospital con diagnóstico de “exacerbación asmática severa” y le recetaron albuterol, ipratropio y magnesio y glucocorticoides intravenosos.
Los médicos diagnosticaron inicialmente que el chico sufría una “exacerbación asmática severa”
Tras dos días de tratamiento, la situación del paciente empeoró, según explican lo doctores Tiffany M. St. Clair y Eric Zwemer en un artículo publicado este jueves en la revista The New England Journal of Medicine. Su dificultad respiratorio aumentó y empeoraron las sibilancias (pitidos), así que fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos pediátricos, donde continuaron con el tratamiento con albuterol.
El muchacho, además, comenzó a desarrollar una importante hinchazón y crepitaciones (ruidos) en el cuello. La radiografía de tórax mostró que el chico sufría un “neumomediastino (aire dentro del espacio medio de la caja torácica, entre las dos pleuras, la columna vertebral y el esternón) con enfisema subcutáneo difuso”. Esta es una afección pulmonar severa poco frecuente en niños.
A medida que mejoraba su estado respiratorio, tras seis días ya ingresado en el centro médico, apareció una nueva complicación. Se desarrolló “una inflamación repentina y crepitación palpable” en ambas mejillas y también en el párpado derecho. “No tenía dolor ocular ni diplopía (ver doble) y sus movimientos extraoculares estaban intactos”, explican los doctores.
Este “enfisema palpebral” puede ocurrir, indican los expertos, como una complicación del neumomediastino y generalmente se resuelve sin que requiera una intervención quirúrgica. En el séptimo día de hospitalización, la exacerbación del asma del paciente se resolvió y los médicos le dieron al alta. Para resolver la hinchazón del párpado el chico aún tuvo que esperar dos semanas más.