Los seis consejos de la OMS para reducir la obesidad infantil
Los expertos instan a los gobiernos a imponer tasas sobre las bebidas endulzadas e implementar programas integrales de promoción de la actividad física en guarderías y escuelas
La Comisión para acabar con la Obesidad Infantil (ECHO, por sus siglas en inglés, Commission on Ending Childhood Obesity), ha presentado hoy el informe final de un proyecto que se ha desarrollado durante los últimos dos años y cuyo objetivo es hacer frente a los alarmantes niveles de obesidad infantil y el sobrepeso a nivel mundial. Los datos que refleja el estudio son alarmantes: más de 41 millones de niños menores de cinco son obesos.
La situación es especialmente preocupante en los países en vías de desarrollo: en 2014, el 48 % de todos los niños obesos y con sobrepeso vivían en Asia, y el 25 % en África. Para revertir la tendencia al alza de la obesidad infantil, el informe ECHO propone a los gobiernos seis recomendaciones:
Los atracones de fin de semana son tan perjudiciales como el consumo regular de comida basura”
1. Promover el consumo de alimentos saludables
Los autores del informe instan a los gobiernos de todo el mundo a implementar programas integrales que promuevan el consumo de alimentos saludables y reducir la ingesta de alimentos poco saludables y bebidas azucaradas por parte de los niños y adolescentes (a través, por ejemplo, de la imposición efectiva de tasas sobre las bebidas endulzadas con azúcar y de frenar las comercialización de alimentos poco saludables).
En este sentido, cabe destacar la conclusión a la que han llegado investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, a través del estudio publicado esta semana ‘Molecular Nutrition and Food Research’. Estos expertos aseguran que los atracones de fin de semana son tan perjudiciales como el consumo regular de comida basura: “Los resultados indican que el consumo de esta comida tres días por semana es suficiente para modificar la microbiota intestinal”, ha explicado Margaret Morris, jefa de Farmacología de la UNSW y autora del estudio.
2. Promover la actividad física
La OMS urge también a implementar programas integrales que promuevan la actividad física y reducir las conductas sedentarias en niños y adolescentes.
3. Control de peso
Proporcionar a las familias guías y recomendaciones sobre estilo de vida de sus hijos con el fin de prevenir la obesidad en los niños y jóvenes y dotarles de servicios de gestión para controlar su peso.
4. Aprendizaje sobre salud y nutrición
Implementar programas integrales que promuevan ambientes escolares saludables, incorporando el aprendizaje en temas de salud y promoviendo la actividad física entre los niños y adolescentes.
Los expertos proponen mediadas concretas como: el establecimiento de normas saludables en las comidas escolares; la eliminación de la venta de alimentos y bebidas poco saludables y la inclusión en el plan de estudios de la educación en salud y nutrición, así como mejorar la calidad en las escuelas de la educación física.
5. Mejorar la dieta en la primera infancia
Proporcionar orientación y apoyo sobre las buenas prácticas de salud en la infancia basadas en tres aspectos: una dieta saludable, dormir bien y desarrollar actividades físicas. Los investigadores animan a promover estas prácticas para asegurar que los niños crezcan adecuadamente y desarrollen hábitos saludables.
Entre las recomendaciones de los expertos destacan: la promoción de la lactancia materna; limitar el consumo de alimentos ricos en grasas, azúcar y sal; y asegurar la disponibilidad de alimentos saludables y programas de actividad física en las guarderías.
6. Antes de la concepción y el embarazo de atención
Otro de los asuntos a resolver es la necesidad de integrar y reforzar la orientación para la prevención de las enfermedades no transmisibles (ENT), haciendo especial hincapié en la orientación sobre la preconcepción y la atención prenatal. La finalidad es reducir el riesgo de la obesidad infantil mediante la prevención de bajo o alto peso al nacer, la prematuridad y otras complicaciones en el embarazo