Por raro que parezca, hay quien encuentra un manjar donde otros ven un susto. Ni cocos, ni arroz ni peces recién pescados: lo que sorprendió esta vez en Supervivientes fue una tarántula tan grande como una mano abierta.
El primero en ver la araña fue Joshua Velázquez, que reaccionó como quien se topa con un animal sacado de otro continente: “¡Si tiene pelo y todo!”, soltó mientras daba el aviso a los demás. Todo ocurrió en Playa Calma, cuando él y Koldo estaban levantando troncos y se toparon con un bicho que no tenía pinta de estar de paso.

Los concursante se juntaron para ver a la tarántula
La tarántula no hizo mucho por esconderse, lo que contribuyó al susto generalizado y al posterior desfile de compañeros hacia el lugar del hallazgo. Aunque no sabían si era peligrosa o no, la palabra “venenosa” sobrevoló la conversación lo suficiente como para ponerles en alerta, sobre todo a Joshua y Laura Cuevas. En cambio, Koldo sugirió que deberían cocinarla porque seguramente estuviera “buenísima”.
En 2022
Nacho Palau se comió una gran araña
La idea del vasco ya fue una realidad. En la edición de 2022, Nacho Palau se encontró en una situación similar, pero su decisión fue bastante más radical. Después de observarla durante unos minutos, decidió que la tarántula podía estar buena a la parrilla.
Ana Luque fue testigo directa de aquel banquete poco ortodoxo. La andaluza, que no salía de su asombro, escuchó además que el superviviente lamentaba no haber aprovechado toda la carne: “Ayer le quité el abdomen y tenía carne, eso me lo hubiera comido. Luego me supo mal por desaprovecharla”.
Volviendo a la edición actual, esta vez nadie ha mostrado el mismo entusiasmo culinario. La simple presencia del animal ha bastado para interrumpir el descanso, remover nervios y reunir a todos alrededor del animal. Entre bromas nerviosas y pasos hacia atrás, por ahora nadie ha tenido el valor de acercarse demasiado. La tarántula no salió corriendo, los concursante sí.