First Dates se ha convertido en uno de los programas más exitosos y longevos de la pequeña pantalla. Distintos comensales cruzan las puertas del famoso restaurante cada noche con el objetivo de pasar una velada inigualable y encontrar a su alma gemela. Uno de los protagonistas de la noche del jueves era Sergio (31), una maquillador de Málaga que llegaba al restaurante muy bien acompañado de una muñeca.
Y es que una de sus grandes aficiones era hacer muñecas. ''Me han llamado la atención las muñecas desde pequeño. Siempre he jugado con ellas, pero de mayor comencé a coleccionarlas. Y se me ocurrió la idea de hacerlas y transformarlas'', explicaba a la vez que aseguraba que era capaz de tener una muñeca lista en tan solo una semana.
Quería conocer a un chico centrado, divertido, pícaro y que fuera capaz de entender su pasión por las muñecas. Sin embargo, Álex (32), su cita, se quedaba de piedra al llegar al restaurante de Cuatro. El camarero de Jaén confesaba ante el equipo que una de sus grandes aficiones era el gimnasio. ''Me ayuda a calmar la ansiedad que a veces tengo por relaciones pasadas'', declaraba.
La primera impresión entre ambos era muy dispar. Mientras que Sergio estaba más que encantado con el soltero, Álex se llevaba un disgusto al descubrir que su cita creaba muñecas de cero. ''Lo veo algo muy femenino, un tema muy de gays y a mí eso no me va. Me gustan las personas con otro tipo de afición. Me da un poco de grima. No me veo con una persona que le guste coleccionar muñecas'', sentenciaba.
La velada comenzaba con los solteros hablando de la faceta artística de Sergio. ''Empecé hace cinco años. No le dedico mucho porque estoy muy liado con el trabajo, pero en vacaciones le meto más caña'', contaba. Álex, que era un chico más de gimnasio, tampoco estaba conforme con que Sergio no estuviera tan enfocado como él en el mundo del deporte. ''Le falta estar más fibrado. Le hace falta ir más al gimnasio. Lo que me gusta a mí'', aseveraba.
''Prefiero que seas cortante y directo a que me bailes el agua''
En el amor, tampoco coincidían. Sergio solo había tenido dos parejas, una de 10 años y otra de 11 meses. Álex, por su parte, tenía más experiencia en el amor, pero sus relaciones no habían conseguido pasar la barrera de los dos años. ''Tengo mucho carácter'', reconocía. Una confesión que no suponía ningún problema para Sergio: ''Tiene ese toque picarón que a mí me gusta en una persona''.
La cita avanzaba y los caminos de ambos seguían estando lejos de cruzarse. De hecho, el soltero de Jaén tenía cada vez más claro que Sergio no era su hombre ideal. ''Yo busco una persona más deportista y fibrada. No me ha entrado mucho por el ojo (...) No es mi prototipo de chico para tener una relación'', sentenciaba de nuevo Álex.
Pese a tener clara su decisión, Álex continuaba sin ser claro con su cita hasta el punto de que lograba confundirle en el reservado del programa, donde le daba un beso en el cuello. En la decisión final, Sergio, convencido de que Álex sentía lo mismo por él, aceptaba tener un segundo encuentro.
Por ello, se quedaba sin palabras cuando su cita le rechazaba. ''He estado muy cómodo, pero no he tenido esa química. Lo del beso es porque yo lo hago a menudo, no le doy importancia'', explicaba. ''Yo no le voy dando esos besos a mis amigos'', sentenciaba el malagueño. ''Puede que mi manera de actuar haya sido confusa (...) No quería ser cortante'', replicaba Álex. ''Yo prefiero que seas cortante y directo a que me bailes el agua'', concluía Sergio.