Eduard Fernández sorprende en 'El Hormiguero' por lo que hace con el agua de mar: "Un poco friki"

Tras el esperado regreso de Tamara Falcó a la televisión el pasado jueves, contando todos los detalles de su ruptura sentimental, El Hormiguero arrancó nueva semana de invitados con los actores Bárbara Lennie y Eduard Fernández, que presentaron la película Los Renglones torcidos de Dios.

Se trata de una de los estrenos más esperados del año 2022 del cine español, por lo que habrá que esperar hasta el próximo jueves 6 de octubre para que llegue a los cines. Está basada el la novela del Torcuato Luca de Tena, una de las más aclamadas.

La cinta cuenta cómo la investigadora Alice Gould es capaz de ingresar en un hospital psiquiátrico, simulando estar enferma, para seguir la pista de un caso. Aunque en un principio se trata de un método policial, queda la duda de su realmente ella vive en una paranoia y todo es fruto de su imaginación.

Como curiosidad, con el fin de documentarse para escribir la obra, Luca de Tena se internó durante 18 días en una institución psiquiátrica. Hay que recordar que la novela fue publicada en el año 1979, por lo que los centros de aquella época poco tienen que ver con la actualidad.

El arranque del programa estuvo marcado por las felicitaciones a Lennie por su embarazo, muy avanzado, tanto que "puede pasar cuando quiera ella", decía refiriéndose a un posible parto. Motos llegó a plantear que podría ser durante la entrevista: "Sería lo único que no hemos hecho en El Hormiguero".

La entrevista comenzó preguntando cómo consiguieron meterse en el papel que interpretaban en la película."A mí me ayudó mi madre, que es psicoanalista, y me hizo un mapa de la patología de mi personaje", comentó la actriz. Motos, al descubrir esto, no pudo reprimirse: "¡Qué mal lo debiste pasar de adolescente...!".

Bárbara confirmó las sospechas: "Mi madre, aparte de ser psicoanalista, es un poco bruja, no la podía engañar". Por su parte, el actor pudo entrar en un psiquiátrico para relacionarse con alguno de los internos. Allí, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Tokio, conoció a un hombre que no hacía más que repetirle los récords de cada especialidad deportiva.

Muy extrañado, el valenciano quiso preguntar al actor catalán si era cierto que tenía una curiosa afición con el mar: "¿Es verdad que cuando vienes a Madrid te tras una botella de agua de mar?" "Sí, soy un poco friki. En verano eso es ideal para sudar mucho menos. Te echas por el cuerpo, no te lavas con agua sin sal y con eso sudas muchos menos", contestó.

No aclaró si llevará un cargamento de botellas cuando vuelva a Madrid para representar Todas las canciones de amor, su nueva obra: "Estaremos en enero en los los Teatros del Canal, es un homenaje y despedida a mi madre que murió en pandemia, un espectáculo muy bonito". "Nunca he hecho un monólogo y da mucho miedo", reconocía.