Para Orestes ganar el bote de Pasapalabra es cuestión de paciencia. Tiene la teoría de que hay que aguantar muchos programas y tarde o temprano habrá un Rosco que sepa resolver al completo. Por eso, el burgalés lleva más de 150 programas y tiene la intención de seguir.
Marisa superó los diez programas la semana pasada y tiene la intención de no ponérselo fácil. La madrileña parece ser competitiva y ha llegado a ganar al veterano una vez. Tres veces ha conseguido empatar con él, en el programa del pasado viernes quedaron en tablas, por eso en el de este lunes no ha habido 'Silla azul'
Marisa reconoció que no sabe cuántas veces ha empatado con Orestes, pero que todas son un placer, ya que reconoce la altura de su rival. Miki Nadal bromeaba con Orestes y le preguntaba que para qué se "nantaban a conseguir segundos" para que luego no gane.
A lo que el burgalés, riendo, le decía que no siempre los segundos no es lo que más cuenta, a veces "lo sabes o no lo sabes". Algo que se está pudiendo comprobar en los últimos programas, ya que la ventaja de Orestes sobre Marisa en tiempo para resolver 'El Rosco' está siendo muy superior y alguna vez que otra la madrileña ha sabido como sortear la desventaja.
Las pruebas
Marisa no consigue acercarse
Aunque por regla general, aquel que tenga más segundos tiene todas las de ganar. Sobre todo cuando tiene tanta ventaja como suele tener Orestes. En el programa de hoy no ha sido una excepción, algo que parece no hacerle mucha gracia a la madrileña.
Desde el primer momento el burgalés, acompañado por Miki Nadal y Cristina Pedroche, se impuso en las pruebas y Marisa, que jugaba con Bárbara Goenaga y José Lamuño, no supo acercarse. Al final llegaron a 'El Rosco' con 88 segundos para Orestes y 42 para Marisa.
El Rosco
Orestes roza el bote una vez más
El principio de la prueba final fue tranquilo, ninguno de los dos hizo grandes tiradas e iban jugando sobre seguro. Pero Orestes acabó cogiendo velocidad y en la segunda vuelta ya tuvo 23 aciertos. La pena es que tuvo un fallo "tonto". La palabra que le pedían era "farrapos" y él dijo "farropas".
A Marisa le quedaban bastantes palabras que resolver y muy poco tiempo. La madrileña reconocía sentirse frustrada porque "debía" saber alguna de las palabras que se le estaban pidiendo y le daba mucha "rabia". Finalmente acabó fallando dos palabras y entonces Orestes se lazó con la que le quedaba, fallando y dándole la oportunidad a Marisa de empatar.
Por desgracia para la madrileña no sabía ninguna definición más y le quedaban menos de 10 segundos, así que estuvo pasando palabra hasta que el tiempo se agotó, otorgando a Orestes otra victoria en su marcador.