Cada vez que un reportero sale a la calle en busca de noticias puede ocurrir cualquier cosa, tanto para bien como para mal. El periodismo callejero es complicado e incluso peligroso en ocasiones. No hay más que recordar cómo algunos profesionales son atacados y abucheados por manifestantes, algunos han sufrido robos e intentos de linchamiento o apuñalamientos… Pero otras veces pueden convertirse en héroes.
Esto es precisamente lo que ocurrió al otro lado del mundo, en Australia, cuando Paul Burt informaba desde una playa de Gold Coast, en Queensland, y se percató de que había un niño ahogándose en el mar. El periodista no dudó en cortar la conexión y salir corriendo para ayudarlo a salir. Él y otros bañistas lograron salvar la vida del pequeño.
Todo sucedió cuando Paul Burt, reportero de la cadena australiana 7 News, se encontraba haciendo una conexión desde la playa de Surfers Paradise, en la ciudad de Gold Coast (Queensland) para informar de los últimos ahogamientos ocurridos días atrás. Sin embargo, mientras realizaba su crónica, los gritos de socorro de algunos bañistas lo alertaron: un niño se estaba ahogando.
Sin pensarlo, Burt dejó el micrófono y salió corriendo hacia la orilla, pero no solo eso, el reportero también se metió directamente al mar con la ropa puesta para ayudar a rescatar al menor atrapado por las olas. El rescate no fue fácil dada la poca luz que había y el fuerte oleaje.
“Está vivo, está respirando, está consciente, está hablando.... La ambulancia está aquí haciendo todo lo posible para mantenerlo alerta”, explicaba posteriormente el reportero australiano durante una conexión y con la ropa visiblemente empapada. “No hay duda de que habría tragado un poco de agua”, añadió Burt, que no dudó en relatar a los espectadores por qué hay que ser cuidadosos con el mar, sobre todo en cuanto a los nadadores menos avezados.
El pequeño al que Burt y otros bañistas salvaron tiene diez años, es de origen pakistaní y se encontraba en la playa disfrutando de unos días de vacaciones en familia. Afortunadamente, el incidente quedó en un susto gracias a personas como Burt y al resto de bañistas que pusieron en riesgo sus vidas para salvar la de este niño.