Este lunes, TVE estrenaba la décima edición de MasterChef con dieciséis nuevos aspirantes (uno ya cayó eliminado en esta primera entrega) que lo darán todo con tal de llevarse el codiciado premio del talent culinario: 100.000 euros en metálico. Sin embargo, el programa se las prometía desde el inicio con más de una sorpresa. Una de las más inesperadas: una pedida de mano de un aspirante a su novia.
Ocurrió durante la selección final de participantes. Entre los 50 aspirantes solo podían quedar 16 y Adrián, un bilbaíno de 28 años, prometió a los miembros del jurado que, si conseguía el delantal, le pedía matrimonio a Raquel. ¡Dicho y hecho!
Adrián trabaja como instalador de aire acondicionado en el País Vasco, pero su gran pasión es la cocina gracias a uno de sus mayores referentes, su madre, que es cocinera profesional. Ante los jueces de MasterChef 10, el joven lo tenía claro: conseguir el delantal blanco.
Pero para ponerle un poco más de pimienta al asunto, Adrián prometió algo a Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz: hincar la rodilla y pedirle matrimonio a su novia si finalmente conseguía pasar esta criba inicial y meterse en el programa.
Para ello, conquistó al jurado con su receta de manitas de cerdo a la vizcaína, que recibió el sí de los tres jueces. “No sé si tus manitas eran a la vizcaína o no. Pero sé que estaban espectaculares”, reconoció Pepe.
Una vez que Samantha le colocó el delantal blanco, Adrián quiso cumplir su promesa y declararse ante su pareja. Para ello, Jordi Cruz acudió a buscar a la afortunada. Una vez con Raquel frente a frente, Adrián hincó la rodilla en el suelo y le pidió la mano a su novia. “Me gustaría que te casaras conmigo”, le dijo.
Eso sí, Raquel tras aceptar también le pidió a Adrián algo: que el reencuentro entre ambos para hablar de la boda fuera dentro de 13 semanas. “Cuando salga de MasterChef te compro el anillo”, aseguró el bilbaíno. “Sin prisas, disfruta de MasterChef y a ganar”, respondió Raquel mientras los jueces aplaudían y vitoreaban la buena nueva. “Lo que ha unido MasterChef no lo separe nadie”, gritaba Pepe.